Muchas son las lecturas que se han hecho sobre la decisión del Rey Juan Carlos I de abdicar.  La mayoría de estos análisis se ha centrado en comentar problemas pasados y presentes que habrían debilitado al Rey y la imagen de la Corona, tanto por la situación de España como por la de la propia Familia Real. Conceptos correctos, en su mayoría objetivos y acertados, pero posiblemente insuficientes. Y es que muy pocos han caído en señalar la influencia de la abdicación sobre uno de los graves problemas que se le venía encima a la Corona: si el traspaso no llegaba a tiempo, una integrante de la Familia Real podría ser imputada en firme en un caso de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales.

Con la abdicación, aparte de cambiar de monarca, cambiaremos también de primera familia. Así que no se trata únicamente de un traspaso de poderes de padre a hijo. Hay mucho más. Tal y como recoge el Real Decreto 2917/1981 de 27 de noviembre sobre Registro Civil de la Familia Real, cuando el Príncipe de Asturias pase a ser Rey de España las Infantas Elena y Cristina dejarán de ser Familia Real para ser únicamente “familia del Rey”.

Las implicaciones que esto conlleva son múltiples. A pesar de que ambas hermanas seguirán siendo Infantas, pues el título es vitalicio, tendrán menos derechos y obligaciones, pudiendo evitar los actos oficiales y dejando de ser representantes de la Corona. Pasan, además, de ser considerados personajes públicos a no serlo. Algo también importante de cara a las coberturas mediáticas de su vida.

Para la Infanta Cristina, imputada en el caso Nóos, la abdicación no tendrá consecuencias legales o jurídicas. Pero cuando el juez Castro cierre la instrucción del caso puede suponer una diferencia. Si mantiene la imputación, Cristina ya no será representante oficial ni miembro de la Familia Real. Un tecnicismo que sin duda tiene valor para las futuras estrategias de comunicación de la Casa Real, ya con Don Felipe como máximo exponente de la misma. Ante el problema de la Infanta, la abdicación puede haber servido como escudo.

@rodriguezcaveda
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