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Adrián Ausín

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Haliqué? DameaeNdi

Pasó el mal trago. La panadera estaba asegurada, con un Madrid ultramotivado en la era Zidane. Solo faltaba saber el resultado y la imagen. Si la panadera era mayor o menor. Y si hacíamos un papel más o menos digno. En la primera parte, los sportinguistas pasamos bastante vergüencilla, la verdad. Un Sporting timorato televisado para toda España. Luego el Madrid se relajó, nosotros mejoramos y al final 5.1 es lo mismo que 4.0. O sea, un mal menor. ¡Hasta ganamos en el segundo parcial! Sin embargo, tras el mal trago, quedan cosas buenas. La primera: no hubo lesionados ni tarjetas rojas que podrían dejarnos en cuadro contra la Real. La segunda, más de largo recorrido, es la reflexión que debe hacer Abelardo para devolver al Sporting a sus esencias en esta trascendente segunda vuelta que arranca esta semana. ¿Cuáles son esas esencias? Está muy claro: por ejemplo, las de la primera y segunda jornada de Liga, precisamente contra el Real Madrid y la Real Sociedad.

El Sporting, en esos dos partidos, fue el mismo equipo ascensor: solidario en todas las líneas, defendiendo en todo el campo y atacando de forma colectiva, con el gol como responsabilidad compartida; al igual que la contención. Esto que parece tan elemental lo hemos perdido hace tiempo. Y ha sido así por dos motivos muy concretos. Uno, la lesión de Sergio, jugador esencial que armoniza todo el conjunto, sobre todo en la contención pero también en la salida (si no hubiésemos largado a Mandi su baja se hubiera notado un pelín menos). Dos, la llegada al equipo titular de Halilovic, un fiasco absoluto bajo una aparente estela de talentoso crack.  Con Halilovic en la alineación el Sporting ha pasado a ser otro equipo diferente, ha perdido la exitosa armonía y ha ‘repartido’ papeles en el equipo que hacen que lo que antes era colectivo ahora sea individual. A uno le toca marcar gol, a otro fabricarlo o meterlo, a otro defender… Sin él en la alineación titular resulta evidente que se perderá una cuota de talento pero redundará en beneficio del conjunto, que volvería a sus esencias. A defender y atacar todos. A ser un equipo con sentimiento colectivo. Así subieron y aguantaron en tipo modestos como el Recre, el Racing o el Elche, más recientemente.

Si analizamos el efecto Halilovic en el Sporting comprobamos lo dicho por activa y por pasiva. Uno, viene de descender al Barcelona B de Segunda a Segunda B  (ojo al dato). Dos, pierde la gran parte de los balones que recibe, pecado mortal en Primera. Tres, en media vuelta lleva dos goles, pobre balance que igualarían sin duda, o mejorarían, Pablo Pérez, Barrera o Ndi. Cuatro, no corta un balón, un drama en un equipo modesto. Cinco, no tiene sentimiento de club, está aquí para promocionarse y ser vendido en verano al club que pique si es que pica alguno, pues en el Barça no jugará un minuto. Con estos mimbres, lo inteligente es aprovechar nosotros a Halilovic y no a la inversa. Esto se traduce en sentarlo en el banquillo y sacarlo veinte minutos a chuparla cuando pinten bastos. Y en caso esporádico de jugar ser el primero sustituido. El trato preferente recibido hasta ahora no se justifica en modo alguno.

Con la añorada vuelta de Sergio y la eclosión de Ndi, auténtica estrella solapada de este equipo, grandísimo fichaje de invierno, el único que no pierde un balón en Primera, y un mayor aprovechamiento de Barrera, queda pendiente el problema de la defensa, donde necesitamos fichar un central ya mismo tras la baja de Bernardo. A ser posible, veterano. A ser posible, de Segunda. Para que esté integrado en el fútbol español. A ser posible, hoy antes que mañana. Las otras dos plazas permitidas por la Liga pueden ser para un defensa derecho y un medio de contención, pues si Sergio tiene otra lesión o una tarjeta no hay ningún otro medio en la plantilla de sus características. Fue irresponsable dar la baja a Mandi (mientras se renovaba a Fraile) y Rachid está muy verde (pide una cesión a gritos), además de no ser jugador de corte. Mascarell tampoco corta. De modo que resulta cuando menos extraño que el primer gran movimiento del club fuera Vigera, inédito los dos últimos años, para un puesto donde tenemos tres jugadores aprovechables: Sanabria, Castro y Guerrero.

Volvamos a nuestras esencias. El equipo que ascendió con Preciado, sin apenas retoques, se mantuvo. Éste también puede hacerlo. Con Sergio devolviéndole la armonía. Con Ndi aportando calidad y talento. Y sin regates infantiles para la galería.

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Gijón y otras hierbas

Sobre el autor

Adrián Ausín (Gijón, 1967) es periodista. Trabaja en el diario EL COMERCIO desde 1995. Antes, se inició en la profesión en Bilbao, Sevilla y Granada. En 2019 escribió para el Ateneo Jovellanos el catálogo 'Gijón Escultural'. Luego publicó la novela por entregas 'Cilurnigutatis Boulevard' en Amazon (2021). De la comedia pasó a la tragedia, sin anestesia, en la distopía 'El buen salvaje' (2022), donde denuncia los peligros para el hombre del abuso de las nuevas tecnologías. 'García' (2023) se pasa al costumbrismo con todos los ingredientes de la novela clásica, ambientada en el Gijón de 1979.


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