El abuelo de Roberto dejó repartida la herencia en diversas partes entre sus tres hijos y un nieto hace ya doce años. Desde entonces, los herederos no se han puesto de acuerdo para hacer un reparto de la herencia, consistente fundamentalmente en diversos bienes inmuebles. Solo algunos de los herederos se hacen cargo de los gastos que se generan, por este motivo Roberto nos pregunta qué soluciones existen para estos casos.
El reparto de una herencia puede realizarse de dos maneras distintas: bien por acuerdo entre todos los herederos, acuerdo que se elevará a escritura pública ante Notario, o bien, si este acuerdo es imposible, acudiendo a la vía judicial. La vía judicial es larga y no resulta económica pues en muchos casos hay que contar no solo con la intervención de abogados y procuradores sino de peritos y de un contador partidor, lo que encarece el procedimiento. Por esta razón, lo más recomendable es siempre intentar un acuerdo. Tratándose de bienes inmuebles de difícil reparto, aún caben diversas soluciones como, por ejemplo, ponerlos a la venta y repartir posteriormente el precio obtenido o que se adjudiquen a los herederos y, si se sobrepasa la cuota de alguno, compense en dinero al resto. Para vender bienes hereditarios es necesaria previa escritura de aceptación y adjudicación de la herencia, pero puede hacerse simultáneamente si todos están de acuerdo.
En cuanto a los gastos, estos deben ser cubiertos por todos los herederos en proporción a su cuota. Si solo alguno se hace cargo, es importante que conserve facturas y justificantes de pago para poder reclamar al resto la parte que les corresponde.