El pasado cuatro de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de los Animales, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley a favor de reducir el tipo de IVA que ahora mismo está fijado para las clínicas veterinarias.
Una noticia que parece muy positiva para todos los que, de una u otra forma, defienden el bienestar de los animales y especialmente llamativa por la fecha elegida para su votación en nuestra cámara baja.
No obstante, sin olvidar que es un primer paso de muchos que es preciso dar en nuestro país para salir de la cola de estados europeos en materia de protección de animales, ni la noticia es tan positiva ni tan siquiera hay razón en este caso para entender que se ha conseguido nada en firme. Ahondemos en la parte jurídica del asunto.
En el año 2012, con la reforma entre otros muchos puntos, de los tipos del IVA, el aplicable a las clínicas veterinarias subió de un día para otro del reducido, que en aquel momento estaba situado en el 8% al normal que se situó en el 21%, es decir, todas las tarifas veterinarias, subieron de golpe un 13% como consecuencia de la aplicación de este impuesto indirecto.
Desde ese momento clínicas veterinarias, protectoras, defensores de los derechos de los animales y propietarios de mascotas se manifestaron en contra de una subida considerada, por una parte, desproporcionada y, por otra, injustificada, dado que ni asistencia veterinaria no es un artículo de consumo “de lujo” sino necesario para el buen mantenimiento de los animales.
En un país en el que el número de abandonos nos sitúa a la cabeza de Europa y en un momento de plena crisis económica que afectó a las clases más bajas, las consecuencias del incremento del IVA veterinario podrían traducirse en un mayor número de abandonos, la no realización de las campañas de prevención, vacunación y desparasitación, el no tratamiento de animales enfermos o la comunicación de enfermedades de animales…
El pasado día 4 lo que se aprueba, por fin, cuatro años después es una proposición no de ley para bajar el IVA al 10%. Pero no es una ley, es una proposición no de ley, es decir, al no tratarse de una norma legislativa, no es vinculante. Es una llamada de atención del Congreso de que la mayoría de los diputados (177 votos positivos, 132 negativos y 33 abstenciones) están a favor de un cambio legislativo en tal sentido. Pero el camino es largo y los obstáculos muchos: formar gobierno, que se tramite y finalmente sea aprobada como ley… Esto tan solo es un primer paso, al menos es uno y hacia delante pero queda mucho por hacer en materia de protección de animales.