En realidad el título de esta entrada podría ser el del todo el blog… Tal vez debería de hecho. Pero el hecho es que aunque comparta singularidad con el resto del desván, el título inaugura una sección propia que dará cabida a todo tipo ilustraciones, sin orden ni concierto, sin ninguna otra explicación que nadie pidió. La gente que no está es lo que tiene, no resulta muy pedigüeña. Sí, sé lo que no están pensando, la numeración de la sección resulta poco menos que presuntuosa si nos atenemos a la periodicidad en la que se actualiza todo el asunto. Su inclusión obedece a una promesa de concatenación con muy pocas probabilidades de cumplirse pero seamos serios, ¿qué sería de todo sin las promesas discutibles? Algo mucho más serio y consecuente, eso no se lleva nada. Como los blogs, ya no se llevan nada, están en desuso, de capa caída, derrotados por el florecimiento de otras redes sociales más directas aunque, no me juzguen, con bastante menos encanto. Al desván no le afecta tanto porque aunque es un blog nunca se ha llevado, nunca estuvo en mucho uso, ni de capa alta, ni de flores hasta arriba. Así que la caída ha sido consecuente pero nada serio. No tiene pinta tampoco de que una moda pasajera vuelva a florecerlo, a sacarle el brillo que nunca tuvo; no importa, claro. Es sólo una pena por los blogs, los que si tenían relevancia, digo.
El popurrí que debuta hoy viene a distorsionar la monótona ristra de ñoños que copa desde hace no sé cuanto ya la pared principal del chiringuito. Ahí la dejo, sin más explicación y esta vez, lo prometo, lo digo en serio.