Ciertas costumbres políticas muy antiguas se resisten a desaparecer. Una de ellas es la visita del señorito. Esa parafernalia del coche oficial, la escolta de las fuerzas vivas locales, la foto de prensa, las promesas… es demasiado golosa para resistir la tentación. El otro día vino a vernos el Director General de Infraestructuras (o así) […]