Por María de Álvaro:

Conozco a un tipo que tiene un traje de Supermán. Ahora lo deja en la puerta de Urgencias del Central, y se lo pone para entrar. Y, a veces, al salir, hasta se olvida de quitárselo. El tipo tiene el traje desde hace muchos años, tantos como hace que yo le conozco, y no tengo ni idea de dónde lo sacó, aunque sospecho que se lo dieron en casa. Lo que sí sé es que la capa le sienta bien, tan bien como la camisa cuando se lo quita.

Con el traje hace lo que haría cualquiera que tuviera un traje de Supermán. O sea, salva el mundo. Su mundo es normalmente enorme, pero a veces, como ahora, se hace algo más pequeño. Su mundo está ahora tirao en la cama. Pero va a levantarse. Y Supermán, más pronto que tarde, podrá meterse en la cabina y salir de allí en vaqueros. Hasta entonces, Supermán sabe que tiene una capa enorme. Eso y todo un ejército de superhéroes –alguno hasta con influencias por ahí arriba– dispuestos a salvar el mundo con él. Con o sin kryptonita.