Los hoteles asturianos encaran el mes de agosto con muy escasas probabilidades de “hacer el agosto”. La ocupación hotelera prevista se sitúa en el 62%, las peores cifrras desde la temporada alta del año 2000. ¿Qué opinar de esto?
Dos cosas. Las plazas hoteleras se han duplicado en los últimos siete años, así que en algún momento tendría que haber un exceso de oferta o de sobrecapacidad, o como se le quiera llamar. Y dos: con los tipos de interés subiendo cada dos meses y con todo el personal cargando con su hipoteca sobre la espalda, no podemos seguir viviendo del turismo nacional. Esta es la realidad asturiana que tantas veces han tapado los responsables del turismo regional: gran escasez de extranjeros y multutid de madrileños, vascos, catalanes y valencianos. No es que no vengan japoneses ni chinos (cien millones de chinos hacen turismo por el mundo), sino que apenas hay ingleses, frances y alemanes. O vendemos nuestros atractivos turísticos fuera o se estanca el único sector de la economía regional que llevaba quince años creciendo.