En las declaraciones realizadas a EL COMERCIO, Cristóbal Montoro marca distancias con Foro Asturias, diciendo que PP y Foro son dos partidos muy distintos. Al hablar de los presupuestos, critica el proyecto de cuentas regionales presentado por el Ejecutivo de Álvarez-Cascos, al que califica de «operación política».

El ministro de Hacienda es todo menos un neófito en política, así que estando a 32 días de las elecciones no está dispuesto a hacer ninguna concesión al principal rival. Los presupuestos son mucho más que una operación política, son un programa político: la guía de actuación de un gobierno para todo el año. Es más, tratándose de los primeros presupuestos de la legislatura, las cuentas marcan las prioridades del mandato, con inversiones plurianuales que en posteriores ejercicios se siguen financiando. Cristóbal Montoro tacha de irreal el fallido proyecto de Álvarez-Cascos. Si se comparan las cifras asturianas con las de otras comunidades autónomas se ve que no hay grandes diferencias. El propio ministro dice que los presupuestos de otras comunidades «estarán más o menos correctos», pero añade como rasgo diferencial, que fueron negociados. ¿El problema estaba en las cifras o en la no participación de la oposición?

Cristóbal Montoro asegura que no se puede acudir al Parlamento con el presupuesto bajo el brazo pidiendo a la oposición que lo apruebe. Esta idea, con alguna variante, fue expuesta repetidamente en el debate político asturiano a lo largo de este invierno. Los proyectos de presupuestos los confeccionan los gobiernos sin participación de la oposición. Este es el procedimiento en todos los casos. Posteriormente se registran las cuentas en el Parlamento y se abre la negociación. En el Principado parecía que había un acercamiento entre el Gobierno regional y el PP, hasta que De Lorenzo, aún alcalde de Oviedo, hizo unas declaraciones descalificando las cuentas de Cascos. Posteriormente, el PP presentó la enmienda a la totalidad, que es la forma más clara de rechazo de diálogo. Todo esto es muy conocido. De cara al futuro, aunque Montoro vea unas grandes diferencias entre su partido y Foro, el electorado no respalda ese juicio, así que la viabilidad de un Gobierno de centro-derecha pasa por el entendimiento, al igual que los socialistas sólo podrán gobernar con apoyo de IU.