Al finalizar el segundo trimestre la deuda del Principado era de 2.256 millones de euros, 14 millones más que en el trimestre precedente. Sólo dos comunidades autónomas, Canarias y Madrid, están menos endeudadas que Asturias. El conjunto de las tres administraciones (estatal, autonómica y municipal) alcanza un volumen global de deuda de 804.380 millones, que representa el 75,9% del PIB, el porcentaje más elevado de los últimos cien años. El Estado soporta la deuda más alta (617.504 millones), debido, entre otras razones, a asumir cargas de las regiones, como saldar las facturas atrasadas que tenían estas con los proveedores. En el caso del Principado, el Gobierno central se hizo cargo de 243 millones, 223 de ellos destinados a pagos atrasados en sanidad. Pese al dinero adelantado a cuenta de la liquidación presupuestaria del ejercicio anterior y la quita de la deuda con los proveedores, los gobiernos autonómicos se quejan amargamente del trato que reciben del Gobierno central. La próxima ayuda que recibirán de Madrid llegará por la vía del Fondo de Liquidez Autonómica, un mecanismo ideado por Rajoy para evitar la bancarrota de las regiones, que tendrá como principal cliente a Cataluña. La generosidad del Estado se paga con proclamas de independencia.

Asturias presenta una situación saneada, con un porcentaje asumible de deuda sobre PIB: 9,8%. La valoración cambia si miramos la trayectoria de la deuda del Principado. En el año 2008 era de 770 millones de euros, en el 2009 de 1.080 millones, en el 2010 de 1.700 y al finalizar el segundo trimestre de 2012 de 2.256. En menos de cuatro años casi se ha triplicado, mientras que en España se duplicaba. El problema de la deuda del Principado no está en su cuantía, sino en el rápido crecimiento experimentado desde que se inició la crisis económica. En la actualidad, la carga financiera del Principado consume más recursos presupuestarios que varias consejerías.

La Comisión Europea prevé que la deuda de España alcance el 100% del PIB. Al precio que está el dinero en los mercados, esa deuda generará una gasto de más de 40.000 millones en los presupuestos del Estado. Pagar impuestos para entregar la recaudación a nuestros acreedores. Esa es la trampa en que han caído los catalanes, con una deuda que roza los 44.000 millones. Asturias debe evitar entrar en esa dinámica.