La petición de Foro y PP de reducir el número de diputados de la Junta General del Principado no suscita entusiasmo en el PSOE. Fernando Lastra manifiesta que la propuesta debe analizarse en la comisión que estudia la reforma de la ley electoral, “sin prisas ni oportunismos”. Para el portavoz socialista, la Cámara funcionó hasta ahora de manera razonable.

Retocar el Parlamento (composición, funciones) es una cosa muy seria, así que no se puede hacer a golpe de ingenio. La oposición de centro-derecha pide amortizar diez escaños para que la Junta General del Principado quede con 35 diputados. En el debate de la reducción de diputados hay que fijar, previamente, cuál es el número mínimo por debajo del cual la representación parlamentaria no puede ejercer las funciones que tiene asignada la Cámara. ¿Son imprescindibles los 45 diputados? ¿Basta con que queden 30, 20 ó 10 para sacar adelante la misión encomendada? Establecido el consenso sobre la cifra mínima de diputados se puede estudiar la forma y el ritmo de amortización de escaños. Sin ese estudio o consenso previo, cualquier decisión es frívola, porque no se puede optar movidos por el gusto, el capricho o el prejuicio. La reducción de escaños se ha planteado en otros territorios, empujada por la cruzada nacional contra el gasto y el escaso aprecio que tiene la opinión pública a los políticos encaramados en las instituciones. La idea de que cuantos menos diputados haya las cosas irán mejor tiene un gran predicamento popular.

La reducción de escaños no se debe hacer de forma aleatoria, pero la Junta General del Principado tampoco se puede defender con frases estereotipadas -“funcionó hasta ahora de forma razonable”- ¿Qué significa funcionar de forma razonable? ¿Pasarse legislaturas enteras conformándose con aprobar presupuestos y adaptaciones normativas a leyes nacionales, es un funcionamiento razonable? ¿Contar con un número mínimo de comparecencias presidenciales, también es razonable? ¿Ver cómo destacados líderes regionales se pasan legislaturas completas sin intervenir en los plenos parlamentarios es un comportamiento razonable? La Junta General del Principado precisa de más trabajo y relevancia política y social, para lo que es necesario cambiar normas, hábitos y comportamientos que van mucho más allá de la simple amortización de escaños.