Se cotiza al alza trabajar en grupo, ser experto en relaciones personales para poder trabajar en equipos en las empresas. Los extrovertidos tienen éxito y cuanto más extrovertidos mayor cotización en los medios audiovisuales. Parece que la extroversión goza de gran reputación y es una gran ventaja, algo indudable. Pero sería poco inteligente rechazar la introversión como un desvalor o una inconveniencia. La introversión es un mecanismo adecuado para encontrarse
con uno mismo, conocerse y dialogar con nosotros respecto a muchos temas
existenciales y también de nuestro quehacer ordinario. Es un modo de retirarse a los propios cuarteles lejos del ruido de las relaciones personales para cargar las pilas, para hacerse preguntas y tratar de contestarlas, para reflexionar sobre numerosos temas, para profundizar en la comprensión del mundo y de la vida, para conocerse a si mismo y para recrearse en la meditación que difícilmente puede
hacerse en pleno ruido de voces y de reuniones de grupo. La introversión ni es ni debería ser cosa de los tímidos y tendentes al aislamiento sino una herramienta que enriquezca nuestras vidas porque permite tener una mejor perspectiva de nuestra persona y del contexto en que estamos inmersos. Incluso para aquellos que gustan de llenar su vida con abundancia de planes les interesa pararse a pensar con detenimiento en todos ellos, en su cumplimiento o en su marcha.
La extroversión que lleva consigo además de hablar, salir, divertirse, multiplicar las relaciones, llenar de actos sociales nuestras vidas pide complementarse, con silencios para evitar el vaciamiento de interesantes vivencias. Y además
es fuente de sabiduría y es el mejor mecanismo para encontrarse con uno mismo, revisar cómo va procediendo y para considerar si hay que establecer cambios o todo marcha bien y sobre ruedas.
La introversión, finalmente, es fuente de salud mental aunque hay personas que por nada del mundo quisieran estar solas y encontrarse consigo porque les impone un gran respecto y por qué no decirlo, algo de miedo por lo que puedan encontrarse.
Aunque para algunos es un rasgo de la personalidad para otros muchos puede ser un excelente instrumento para enriquecer su vida asi como la visión del mundo. Muchos de los personajes más influyentes en la historia ha han practicado asiduamente. Por todo ello es y debe ser muy positiva.