Allá se fue la madre a otra provincia en busca de su hija que hacía tiempo ya se había enfadado con la madre y no daba señales de vida. Pero al llamar al portal e identificarse la respuesta fue “vete de aquí, no te quiero ver más”. Y así, destrozada, se volvió en autobús a su ciudad. Han pasado los años, la madre se ha hecho vieja y sigue sin poder soportar el dolor de la ruptura, que no entiende. La muerte de un hijo es el mayor dolor que puede existir para unos padres, porque es una separación definitiva, pero apostaría que el segundo dolor más intenso es ver que un hijo rompe totalmente la comunicación con sus progenitores. Es, al fin una clase de muerte. Puede haber lógicamente diferencias entre padres e hijos por el afán de aquellos de que sus retoños crezcan como esperan. Y puede ser y ocurre que estos no se ajustan ni quieren ajustarse a esas expectativas, por lo que a menudo surgen grandes conflictos. Puede ser que los hijos se comporten de manera egoísta e impositiva sobre sus padres, quizás muy indefensos, y eso de lugar a serios enfrentamientos. Pero debería haber una línea roja, no traspasable nunca, para evitar innecesarios y terribles desgarros familiares. El límite estaría en no romper jamás definitivamente la comunicación entre padres e hijos Habría que mantener un hilo, aunque fuese delgado, que permitiese algún tipo de contacto, al menos, en actos muy significativos de la vida familiar como bodas, aniversarios, accidentes, enfermedades o entierros. Pero eso requiere guardarse el ego y no dejar que el orgullo y el rencor mate la comunicación. Errores los cometemos todos, pero la ruptura definitiva es una gran desproporción y asegura un desgarro permanente. Conozco varios casos y en todos se derivó un terrible dolor. Y a veces es por interpretaciones subjetivas no contrastadas antes de dar el paso de dejarse de hablar. Por eso la comunicación y aclaración de comportamientos y actuaciones debe imponerse siempre. Y hablando, casi siempre se entienden las personas y más necesario y casi imprescindible si esa comunicación es entre padres e hijos.