Dada la prevalencia y aumento de los niños con déficit de atención e hiperactividad en nuestro hábitat actual y como habrá sin duda lectores que estén interesados en descubrir si alguno de sus hijos va caminando por esa senda, voy a dar unas pistas o señales, que pueden ayudar a los lectores, sin que esto signifique que se pueda considerar como un test completo para diagnosticar ese estado. Sirve como orientación bastante aproximada, pero hay que completar la información con el profesional adecuado.
1.- No presta atención a los detalles
2.- En sus tareas escolares comete errores por descuido
3.- No para de removerse en su asiento o jugar con los dedos y manos
4.- Muestra dificultad en mantener la atención en sus tareas y actividades
5.- No se sienta como se le manda
6.- Falla en acabar sus tareas
7.- No sigue bien las instrucciones
8.- Muestra comportamientos inadecuados a las situaciones (se sube a los sillones o cosas o coge cosas cuando no es apropiado hacerlo)
9.- Habla constantemente
10.- Muestra dificultad en jugar tranquilo
11.- Tiene importantes dificultades para organizar sus tareas o sus actividades
12.- Está constantemente en movimiento
13.- Evita las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido
14.- Pierde constantemente cosas que necesita para sus actividades
15.- Se distrae fácilmente
16.- No es capaz de esperar su turno
17.- No espera a su turno para hablar e interrumpe constantemente
18.- Se le olvidan las cosas en sus tareas habituales
19.- Interrumpe mucho a los demás
20.- Parece que está constantemente en movimiento
21.- Responde antes de que se termine la pregunta.
Insisto en que ha de ser el profesional quien certifique que ese niño/a padece ese estado, aunque estos comportamientos ayuden a entender que se está en el camino. Y para estar en el camino con probabilidad es necesario que se cumpla la MAYORIA de los síntomas.