Es cierto que, históricamente, las encuestas del CIS han cometido patinazos. Sin ir más lejos, en las elecciones asturianas pasadas situó al partido ganador, a la postre, Foro Asturias, como la tercera fuerza política. La que hemos conocido en el día ayer, claro está, no es absolutamente fiable por su falta de cercanía con los comicios; sin embargo, sí podemos decir que marca tendencias. Y de eso precisamente es de lo que vamos a hablar. El resultado que le da al PSOE es un auténtico varapalo. Ciertamente, ganan las elecciones pero aplicando aquello de en el país de los ciegos… Con 14 diputados, incluso menos que en las anteriores elecciones, los socialistas deberían replantearse muchas cosas. Pocas veces en política se da una segunda oportunidad, y si esta vez vuelven a fallar, es que hace falta una renovación en toda regla. Empezando, lógicamente, por su candidato, Javier Fernández, que de ser un estupendo secretario general ha pasado a ser un número uno sin gancho. A Foro Asturias y PP la encuesta les dan casi un empate en sus fuerzas. Dicho de otra forma: la teoría de los vasos comunicantes. Baja Foro por el desgaste en su gobierno, mientras que sube el PP pero no lo suficiente. En cualquier caso, sería decepcionante para ambos. A la postre, buena parte del intríngulis de estos comicios se basa en eso: saber quién dentro de la derecha conseguiría la hegemonía. Si se cumple el pronóstico estaría prácticamente dividida al 50%. O sea, una situación tan complicada o más que la que hemos vivido hasta ahora.

De todo esto, de que los socialistas no se recuperan y la derecha está aún más dividida que antes, dos partidos sacan tajada. Son IU que conseguiría un resultado estupendo con 7 diputados, junto con UPyD que llegaría a los 2. En este último caso, incluso podría ser llave del nuevo gobierno al no alcanzar los dos grandes bloques las mayorías suficientes. Sinceramente, pienso que lo normal es que este grupo entre con un diputado, y el ascenso de IU sea algo más moderado. De todos modos, existe un alto grado de indecisos que también pueden hacer variar la balanza.