En una entrevista televisiva sosa, o sea, muy por el carril, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dejó claro que no sabe si va a pedir rescate a la Unión Europea. Es más, un periodista le comentó que parecía una incongruencia reclamar enérgicamente la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para luego no utilizarla. Rajoy contestó, primero que nunca lo había exigido (incierto porque se presionó para ello ) y segundo, que ahora lo que existía era un mecanismo habilitado que se puede utilizar o no. Bien, más allá de declaraciones todo parece indicar que se tendrá que acudir al BCE. En octubre, y estos son datos objetivos, el Estado se va encontrar con una auténtica muralla. Tendrá que atender a vencimientos por importe de 27.000 millones de euros, mientras que para financiar el déficit va a tener que seguir emitiendo deuda. Todo esto bajo el síndrome de la incertidumbre sobre a qué tipos. Porque, si bien estos días se ha relajado por el anuncio del BCE, lo esperado es que vuelva a subir la prima de riesgo cuando se vaya acercando la fecha.
Europa está presionando –y mucho- para que el Gobierno tomé ya la decisión. ¿Por qué no se hace? Bueno, puede porque Rajoy, tal y como dijo ayer, esté estudiando las condiciones; pero también porque las elecciones gallegas y vascas imponen mucho. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) fueron retrasados –y con ello sus recortes- por culpa de las andaluzas. Una jugada que salió mal, ya que, a todas luces, el no contar con PGE daño a la economía; además de no conseguir el gobierno andaluz. Repetir este error estratégico sería fatal. Más que nada, porque el ciudadano ya está contando con que, por ejemplo, las pensiones van a ser retocadas. Cuando un gobernante sale por televisión diciendo que no va a hacer algo (lo de las pensiones, por ejemplo), uno ya no tiene la certeza de que lo va a cumplir. La crisis se mueve rápido y Rajoy ha tenido que desdecirse varias veces, como así mismo le ocurrió a Zapatero. La impresión general es que tendremos rescate, que no será gratis y que nos darán una nueva vuelta de tuerca a cuenta de las pensiones junto con la prestación por desempleo. ¿Cuándo? He aquí lo que queda por decidir.