Pues no. No estaba todo inventado en el fútbol. Viendo el partido de la selección me extrañó que Iniesta se quedara inicialmente en el banquillo después del gol y de su actuación en Islandia, pero quedé más perplejo cuando Luis Aragonés lo inventó de interior, con Angulo sentado. Me recordó la etapa de Rezza en el banquillo del Sporting, cuando ponía a David Cano en la banda, a correr de extremo.
Ser entrenador es fácil. Ser un buen entrenador es más complicado. Pero hay una máxima que ayuda a equivocarse lo menos posible. Es la de poner a los porteros en la portería. A los defensas, en la defensa. A los medios, en su sitio y a los delanteros, adelante. Eso lo decía un afamado entrenador, pero esta teoría no parece gustarle a Luis Aragonés, quien tras el partido se negó a hacer declaraciones. Es un síntoma de nerviosismo, de que le queda poco tiempo en el banquillo. A lo mejor se durmió en el partido, por el fútbol somnífero desplegado por la roja y no se acordó de que era el entrenador. Todo puede suceder. Si el Sabio fue fichado para apagar un fuego, quizás fuera conveniente que colgara el traje de bombero en el armario y le pusiera naftalina.
En la orilla del Piles, pendientes del viaje a Jerez, se busca un 9. El celtista Perera está libre, pero el problema es económico. Aparentemente, es un delantero con una buena trayectoria y con gol, al menos en Segunda. El chaval llega de Primera y quiere sueldos de la Liga de las Estrellas sin darse cuenta de que está en la Liga de los Estrellados.
Tal y como está el panorama, el delantero soñado llegará en enero y será centroeuropeo. Lo del Brasil es una promoción de jugadores. Mientras que nos cuiden muy mucho a Barral, a quien estaban dispuestos a vender en mayo si llegaba algún club con algo más de un millón de euros. Ahora que el chico va a ser papá y está centrado en su familia y en su trabajo, su rendimiento es mejor. Al menos en casa y en este inicio de temporada.
P.D.: Anoche vi a Preciado en la TPA. Me recordó a Pepu, el del baloncesto, por los bote de la pelota. El cántabro quedó muy bien con todos y hasta celebró el derbi del miércoles al que acudirá con el equpo de la Copa. Quedó bien con el Oviedo y muy bien con el presentador, que es oviedista a tope, el que el otro día, en un desliz de la cámara, se le vio cómo tiró con despecho una bufanda del Sporting. Hay gestos que marcan.