La victoria del Murcia en El Molinón sembró la lógica preocupación en el seno y en el entorno del Sporting. Si en Soria podía considerarse un accidente, la nueva derrota del conjunto gijonés obliga a una meditación profunda. No vale decir que sólo llevamos dos partidos y que hay mucho tiempo para rectificar. Alguien tiene que dar un puñetazo encima de la mesa y poner fin a una serie de despropósitos que alejan al equipo de los objetivos marcados, con actuaciones penosas.

La actuación de la defensa en el partido contra el Murcia deja en evidencia el potencial que hay en la retaguardia, línea a la que se puede acusar de haber perdido el partido. Los goles recibidos y las ocasiones que se permitieron al conjunto murciano provocan que se piense en la necesidad urgente de traer un defensa de cierto nivel. Los equipos se elaboran desde la defensa y en esto no se acertó. No hay más que ver las dos recientes actuaciones, sumadas a la del Villa de Gijón. El resto debió ser un espejismo, aunque la fase de preparación fue algo más que los partidos ante el Deportivo, el Valladolid y el Celta.

La Mareona está enfadada con sus ‘artistas’. No es para menos. Con el nombre sólo no se juega. Hace falta poner y exponer algo más. Y hablando de aportaciones, Carmona se tiene bien ganada la titularidad y a Trejo y De las Cuevas hay que pedirles mucho más. Son dos jugadores que deberían marcar las diferencias para luchar por el ascenso, pero, de momento sólo consiguieron hacer sonar las alarmas.