Madrid olímpica… si no llueve
La candidatura olímpica de Madrid 2016 se enfrenta a un nuevo obstáculo inesperado y pasado por agua. Cuando la capital de España pasó el corte en junio junto a Chicago, Tokio y Río de Janeiro su mayor problema como sede era -según el Comité Olímpico Internacional- la amenaza del terrorismo interno. Es decir, de ETA. Pero lo sucedido esta semana con las riadas en puntos clave de acceso a la ciudad ha levantado un nuevo escollo que habrá que sortear.
Lo del lunes en Madrid es para preocuparse. Es difícil de entender como una tormenta de verano (no un huracán, ni una gota fría, sino simplemente una lluvia intensa) puede causar estragos en una ciudad a priori tan avanzada. La entrada por la A-3 tuvo que ser cerrada al tráfico por la formación de una gigantesca balsa de agua. En la A-2 había retenciones de hasta 13 kilómetros. Además, una mujer resultó muerta y varias personas heridas en el municipio madrileño de Coslada, tras producirse otra riada.
En los últimos años la capital ha sido escenario de algunas de las obras más monumentales que se hayan realizado en España. Desde las nuevas estaciones de Metro hasta la multimillonaria reforma de la M-30, la ciudad ha cambiado su estética y se ha convertido en un ejemplo de metrópoli funcional. Una urbe adaptada a los nuevos tiempos, más accesible y más moderna. Perfecta sede para unas olimpiadas. Claro, si no llueve.
Lo ocurrido exige una solución rápida. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que las carreteras no se inunden, o rezando para que no vuelva a llover. La experiencia vivida en la Expo de Zaragoza al no contar con las inclemencias del tiempo debe servirnos de escarmiento para no repetir errores. En aquella ocasión, la falta de previsión nos obligó a cambiar la gala de inauguración. En este caso, si no reaccionamos a tiempo, puede costarnos la candidatura. Esperemos que no sea así.