Quién le iba a decir a Pep Guardiola que aparte de los esperados comentarios deportivos sobre el nuevo entrenador del Real Madrid, José Mourinho, iba a tener que sufrir las constantes comparaciones con el luso en relación al caso que le hace la cúpula de su club. Seguro que no se lo imaginaba cuando antes de verano decidió renovar por un año con el Barça, precisamente con la intención de ver cómo se desenvolvía la nueva directiva culé.
Las comparaciones siempre son odiosas, pero en ciertas ocasiones son inevitables. El Madrid estrena nuevo técnico esta temporada, y se desvive por darle todo aquello que solicita. El portugués hizo la pretemporada en Estados Unidos, como deseaba (y hospedándose en el Hotel Bevery Hills, que tanto le gusta). El club merengue facilitó la salida de Guti y Raúl, que eran un peso muerto e incómodo en el vestuario. Se incorporó a las filas blancas a Di María, Carvalho, Özil, Khedira, Pedro León y Canales. Y actualmente existe una exhaustiva “operación salida” para colocar, cuanto antes, los descartes del entrenador. Cierto es que el míster pide ahora un ‘9’ de garantías, pero no hay duda de que, llegue éste o no, el de Setúbal puede darse por satisfecho con las gestiones de Florentino, Valdano y compañía.
Muy distinto es lo de Pep Guardiola. El Barcelona estrena Presidente y Dirección Deportiva, entre otros cargos, debido al cambio de Junta Directiva tras las elecciones. Y ni Sandro Rosell ni Andoni Zubizarreta han conseguido ninguna de las dos únicas peticiones del de Santpedor: el fichaje de Cesc (o, de no concretarse, mantener a Touré Yaya en la plantilla) y ceder o traspasar a Ibrahimovic.
Falta apenas una semana para que se cierre el mercado de fichajes de verano. Y la realidad es que Cesc Fábregas capitaneará al Arsenal, Touré será titular en el Manchester City y Zlatan Ibrahimovic seguirá formando parte de la plantilla culé a menos que Berlusconi lo remedie a última hora y se lo lleve a Milán.
Guardiola está mal cuidado por una junta que está pecando de lenta y de novata. Menos mal que, al menos, puede contar con Villa. El único fichaje estrella… que además hizo Laporta. A ver si al final no era tan malo…