Ni empates históricos, ni recuentos interminables, ni tensiones hasta altas horas de la madrugada. Nada. La noche electoral estadounidense fue una de las más tranquilas de los últimos años para un Barack Obama cuya reelección hace saltar las alarmas en el partido republicano. Hace apenas tres semanas los de Romney lideraban las encuestas de intención de voto merced al resultado del primer debate entre candidatos. Sin embargo, el pasado martes apenas fueron capaces de arañar alguno de los denominados “estados bisagra”, que votaron mayoritariamente a favor del presidente.
El demócrata barrió el martes a su rival. No tanto en número total de votos (lo que en EE.UU. se conoce como el “voto popular”) pero desde luego sí en número de estados y por tanto en votos electorales. A falta de la adjudicación oficial de los 29 votos de Florida, que previsiblemente acabarán yendo al lado demócrata, Obama tenía a últimas horas de la noche estadounidense una holgada ventaja de 303 a 206 sobre el republicano. Una derrota sin paliativos que hará que los derrotados analicen profundamente la espiral descendente en la que se encuentran inmersos.
Al final ni siquiera Ohio y Florida fueron tan importantes como era de esperar. Muestra de ello es que se proclamó la victoria demócrata sin que estos dos estados tuvieran el 100% de los votos escrutados. Lo que parecía que iba a ser una noche de auténtica tortura y examen al presidente, fue un mero trámite en el que muy pronto se pudo advertir la tendencia de los votos.
Los hispanos pudieron ser, una vez más, los artífices destacados a la hora de decantar la balanza en los “toss up states”, los estados indecisos. Según los primeros datos, más del 70% de esta minoría votó a Obama, frente a un 26% que poyó a Romney. Más de lo mismo se repitió con los afroamericanos y con las mujeres, que son mayoría en Estados Unidos.
Los republicanos deben entender que solamente con los votos de los hombres de raza blanca no se ganan ya unas elecciones en Estados Unidos. Hace falta algo más. Ahora tienen “cuatro años más” para descubrirlo.