Chávez se vuelve a callar
El Rey ha silenciado una vez más a Hugo Chávez. Después de una semana llena de declaraciones del líder venezolano en las que aseguraba que nunca se iba a callar, e incluso que esperaba una disculpa de D. Juan Carlos durante su visita oficial de estos días a España, lo cierto es que todo ha quedado en lo de siempre: palabrería y demagogia. Mucho ruido y pocas nueces. Made in Chávez.
Mucho se ha especulado sobre las relaciones entre España y Venezuela desde que en noviembre el monarca espetase el famoso “¿por qué no te callas?”. Chávez llegó a amenazar públicamente a las empresas españolas con intereses en su país, sin que ninguna medida se llevase jamás a efecto. Dijo que el Rey se había puesto “como un toro” y que de ser torero le habría dado “unos pases”. Incluso demandó una disculpa pública de la Casa Real Española. Sin embargo, durante su paso por el Palacio de Marivent, en Mallorca, toda su fiereza televisiva y populista quedó enterrada. El temible tigre se convirtió en gatito. La boca se le hizo pequeña. Y al ver a Su Majestad lo único que se le ocurrió decir fue “¿por qué no vamos a la playa?”.
Don Juan Carlos, cuya popularidad se disparó entre los españoles tras el incidente de la Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, ha dado en todos estos meses una impecable imagen de serenidad, templanza y liderazgo. No ha contestado a una sola de las impertinencias de Chávez. A ninguno de sus ataques. No se ha inmutado, ni siquiera cuando el venezolano insinuó que el Rey estaba informado del supuesto golpe de estado sufrido por su gobierno años atrás. Nada. Ni una reacción pública. Sólo cabeza alta, seguridad y firmeza. Y su actitud ha vuelto a poner a cada uno en su sitio.
Ahora Chávez ha vuelto a Venezuela a mostrar con orgullo en su programa dominical una camiseta regalada por el Rey de España con la frase de marras. La enseña, se ríe y asegura que es amigo del monarca “desde el primer día”. Dice que el incidente fue “sobredimensionado” por los medios de comunicación. Y se olvida de que fue él quien lo amplificó abiertamente desde su espacio televisivo. Al menos ahora, estará calladito… por un tiempo.