Esa es la cuestión, la duda existencial. Pensaba en mi ignorancia que una araña tenía una esperanza de vida corta. Como una mosca, que he oído cifrar en unas dos semanas. Pero el dato se me ha ido de las manos. El pasado verano, una araña comenzó a hacerse fuerte en mi taller campestre. Entre una ventana y una estantería de madera que hice contra la pared, empezó a campar a sus anchas. Extendió una amplia tela, con punto de cruz. Y allí estaba ella, cada vez que abría la puerta, sin inmutarse. Decidí indultarla e iniciar una convivencia que (pensé) podía resultar provechosa para ambos. Mientras yo estaba en mis chapuzas, la araña me hacía compañía y, de paso, daba un barrido diario de insectos. No se escondía. Acabé incluso por hablarle. Y ella, a su bola.
Pasaron los meses y la araña se convirtió en arañón: junio, julio, agosto, septiembre…. Pero como pasa con los gatos, el aracnotron empezó a ponerse borde. No quería saber nada de mí. E incluso, a desaparecer detrás de la estantería. Ya no la veía nunca. Al ganar tamaño y perder reflejos, quizás quería ganar seguridad. Hasta que un día, harto de sus desaires, y de no verla, me cargué la tela, deteriorada por el paso de los meses. Quizá fuera el espíritu navideño. Llegué un día y me dije: “A la mierda con la araña”. Y le rompí el chiringuito. Que ya le valía. Pero hete aquí que a los dos días abro la puerta y ¿qué me encuentro? Pues una tela nueva. Y lo agradecí. Tenía un poco de remordimiento por mi bravuconada. Así que me dije: “Aún vive!”. Pero seguía sin verla.
Llegó febrero. Ya tengo una araña de al menos NUEVE MESES. Ayer por la mañana me dispuse a colgar un alargador de un clavo, a más de un metro de la estantería, al otro lado de la tela. Y allí estaba el arañón. Saludable, negro, con unas patas tipo centollo, totalmente indiferente a mi presencia y con su campo de acción bastante ampliado. Desafiante, diría yo.
Quisiera pedir consejo al pueblo gijonés. Barajo tres opciones: 1.ponerla de patitas en la calle. 2.armarme con la radial y plantarle batalla. 3.casarnos. La cosa tiene tela.
pd. acompaño foto del ANIMAL de septiembre de 2010. Ahora dobla la talla (no tenía cámara a mano).