Habitación 302. Hotel AC de la Laboral (aprobado en 2007, iniciado en 2008, paralizado en 2009, reanudado en 2011…). Se abre la puerta y aparecen: Areces, Felgueroso y Catalán, muy sonrientes. ¿Cómo se llama la película?
‘Encuentros en la tercera fase’
Hace un siglo, cuentan los cronistas, no había inauguraciones. El pueblo, siempre sabio, intuía que una obra había terminado porque de repente veía que podía ya usar un parque, una carretera o una piscina. ¿Y ahora? A las 5 de la tarde de ayer asistimos, incrédulos, a la colocación de la ‘segunda piedra’ de un hotel con bombo y platillo. No empezaba la obra; seguía. Y eso, en esta Asturias nuestra, ¡era noticia!
A Catalán, un empresario ejemplar, sin duda se le contagiaron los ritmos de obra astures. “Si me adjudican el 5 estrellas, en 9 meses está inaugurado”, declaró en 2007. Se lo adjudicaron. Han pasado cuatro años, un período de tiempo en el que caben cinco veces nueve meses y ayer inauguraron la habitación 302.
Alguien debió de llamar al AC, por error, ayer a las cinco de la tarde. “Hola, ¿tienen habitaciones libres?”. Lo siento, está lleno. La tenemos ocupada. Hay políticos y periodistas. “¿Y cuando van a tener más?”. Pero usted, ¿en qué planeta vive? Ya iremos avisando por la prensa de las sucesivas inauguraciones de habitaciones. Llame en 2012, a ver cómo va la obra.
La habitación piloto ha sido un acontecimiento planetario. Imagine que congregó al presidente del grupo hotelero, al presidente del Principado, a la consejera de Cultura y a la alcaldesa de Gijón. Cuando se inaugure el 5 estrellas, la subirán de precio con una leyenda de esas de ‘Aquí durmió Gregory Peck’. No tenían nada más urgente que hacer nuestras autoridades que ir a hacerle la pelota al empresario que lleva tres años de retraso e incumplimiento en una concesión pública.
Claro, ayer no tenían nada que rascar en la autovía del Cantábrico, ni en la variante de Pajares, ni en el metrotrén, ni en la avenida de Castilla… ¿No podemos inaugurar nada hoy?, preguntaron a la secretaria. “No, nada. Bueno, viene Antonio Catalán a ver una habitación piloto”. “Eureka!!!!!!!!! Confirma ahora mismo asistencia”. Dicho y hecho.
¿Y qué pensará Catalán de todo esto? ‘Esto lo inauguro yo en nueve meses’. Casi casi estaba pronunciando la frase allá por el año 2007 y le estaban contestando desde el andamio:
-¿Nueve meses? ¿Vas decime tú a mí lo que tengo que tardar?.
No tenemos remedio.