Nos deja la ceja. Nos abandona ZP. Nos quedamos sin la mirada acero azul, sin la palabra precisa, sin la sonrisa perfecta. Copio una estrofa de Silvio Rodríguez para describir las bondades del “peor presidente de la historia”. Así lo han descrito desde el PP y desde otros muchos sitios. No sé si se remontan a la II República o enmarcan a ZP en la España alumbrada en la Transición. Yo, sin querer faltar, comparto la sentencia. Duele descalificar a alguien con tanta rotundidad. Piensas en su familia, en sus hijas, en la muyer y concluyes: bueno, no creo que lean blogasturias.com; puedo decirlo.
Pero lo cierto es que debe decirse. Si a mis 43 años, exactamente los que tenía ZP al llegar al poder, me ofrecieran la presidencia del Gobierno en bandeja, pese a lo mucho que me quiero a mí mismo, diría: “No, gracias. No quiero tan mal a mi país. Seguro que hay una larga lista de gente más preparada que yo”. Ese día dormiría como un lirón. Pero hete aquí que una persona totalmente indocumentada para tan alta empresa llegó a lo más alto y nos ha ido hundiendo poco a poco durante siete años, con el único objetivo del artificio y la frase efectista -pero hueca- para salir ‘airoso’ de cada situación. Ya ocurrió que los americanos votaron a Bush dos veces; nosotros votamos a Zapatero dos veces. ¿Qué dirán los historiadores? ¿Cómo lo explicarán? ¿No debería Rajoy haber emigrado a Bután tras caer derrotado dos veces ante semejante vacuidad?
Qué pena de políticos. Yo veo a Zapatero vestido de sport en la barra de un bar de pueblo, conversando con los amigos, yendo de caminata rural y cenando luego en una tasca. Ahí lo veo majo, divertido e incluso ocurrente. Pero gobernar un país es algo muy serio, demasiado serio para que prime, en el marquetin de los partidos, el cuarentón con mirada acero azul. Prefiero mil veces un sesentón gordo, calvo, con gafas, antipático y casposo, pero trabajador e inteligentísimo. Ese es mi candidato. Sea del PP, del PSOE o de san pedro bendito. ¡Gente brillante, joder! Zapatero, llegaste adonde nunca debías y te irás con la despensa vacía y el país echo unos zorros. Amén.
P.D.-Esta es mi SOLUCION para la política nacional: para ser concejal, diputado o ministro: 5 años acreditados en la seguridad social en cualquier trabajo anterior. Para ser presidente del Gobierno: además, título superior (uno o dos), dos idiomas y rebasar los 50 años. (Puntuarían alopecias, lorzas y defectos físicos patentes). Y por cierto: los partidos nacionalistas, al Senado. En el Congreso no pintan nada. Saludos cordiales.