Extrañas sensaciones anoche en El Molinón. Vas a ver el partido más tranquilo del año por cuestiones de hermandad y te encuentras con un gol en contra, un Sporting nervioso, un portero que lo para todo y unos ultras descerebrados que dicen “puta Santander”. ¿Es que querían espolear al rival? La grada les silbaba, pero ellos erre que erre. El balón no entraba, hubo dos palos, veinte paradones de Mario… Tal parecía que iba a ser el Racing el que debiera marcarse en propia meta. Así que, una vez más, en vez de ir a disfrutar y a relajarnos, tuvimos que sufrir. Yo sufrí tanto, pese a intuir el resultado final, que no me quedaron ganas de celebrar nada. Al igual que en 2010, en la 37 jornada, cuando aquel horrible empate a uno ante el At. Madrid, me quedé frío por la forma de lograr la permanencia. Muy poco épica, muy poco futbolística. Pero bueno, al final, los números cantan y ahí estaremos por cuarto año consecutivo.
Ahora lo fundamental es conservar el equipo. Ojo, no vender a Lora. Yo sólo vendería a José Ángel si hay una buena oferta. Las bajas de Diego Castro, Botía, Sastre y Bilic (espero) no tienen por qué afectar al conjunto. Nos faltará otro central, otro defensa derecho reserva, retener a André Castro (o traer un relevo) y un delantero. En Segunda hay varios que rondan los veinte goles, aunque no conozco su precio.
Anoche El Molinón tenía un ambiente de gala. Emocionaba. Pocos campos habrá en España con ese tirón. Sólo desentonaron los Ultras, que no sé en qué coño estaban pensando con sus insultos al Racing. Lo trascendente es que la próxima temporada, la número 80 en la historia de la Primera División española, el Sporting jugará su año 40 en esta categoría. Ocupa el puesto 15, con el Oviedo detrás, el 16 (suma 38 temporadas en Primera). En esa bonita tabla, con Real Madrid, Barcelona y Ath Bilbao como únicos equipos perennes en la categoría, figura que hemos sumado 1.235 puntos en 1.306 partidos (433 ganados, 318 empatados y 555 perdidos), con 1.594 goles a favor y 1.907 en contra; a falta de incorporar los números de esta temporada. Y como méritos, se refieren un segundo y un tercer puesto en aquellos gloriosos tiempos de Castro; Redondo (Uría), Doria, Maceda, Cundi; Joaquín, Ciriaco, Mesa; Morán, Quini y Ferrero.
Aquellos tiempos difícilmente volverán. Quienes los vivimos hemos de conformarnos ahora con otros mimbres. Pero el sentimiento sportinguista fluye en nuestra sangre para siempre. Y quién sabe si de Mareo sale de repente otra tanda de mocinos… ¡Puxa Sporting!