Brrrrr; políticos. Al fin, ¡una dimisión! Nos frotamos los ojos y vemos dejar su puesto a una mujer afable que bajó de nueve a seis ediles. Hombre, no fue para tanto, cabe pensar; doña Paloma debería estar al final de la lista de salientes. Pero a renglón seguido el análisis del porqué de la gesta mengua el mérito. El PSOE se ha dado cuenta de que su enemigo de ahora en adelante no es el PP, un cadáver andante mientras no haga una limpia en condiciones; su enemigo es Foro Asturias, es Cascos; y lo primero que se han apresurado a hacer es darle un cheque en blanco a Gabino, decir se que abstendrán en Oviedo; con lo que le regalan la alcaldía y quitan a Foro su condición de bisagra en el Ayuntamiento carbayón. El señor regidor necesitaba los 7 concejales foristas para gobernar; debía entenderse con Cascos y esto era, sin duda, una gran baza para el exministro. Ahora, el PSOE le quita ese as de su baraja; sin importarle un pepino su ciudad ni su honorabilidad socialista. Veo detrás de esta estrategia a un ‘no-ovetense’; más bien a un mierense, alto cargo de la FSA, con cara de futbolista de Segunda B, a quien Oviedo, insisto, le importa un pepino. El PSOE ya ha virado todos sus cañones hacia el Foro y gusta de llamar a este partido de “extrema derecha”. O sea, insulta de una vez a casi 180.000 asturianos. Qué gran estratega este futbolista descendido a Tercera. ¡Saca la cabeza de Mieres, hombre, que Asturias es un poco más grande!

Luego tenemos Gijón. No me voy, no me voy, no me voy. Pipardo reúne en cónclave a su equipo y claro, todos chitón. Sí, Pilar, lo que tú digas. Muchos piensan lo contrario, pero no se atreven a piar. El que se mueva en la foto lo arrojan al Parchís por la ventana. Pilipardo olvida ese palabro llamado dignidad. En la RAE seguro que cuentan algo de ella. En esta pajarada política, Pablo Abraira daría unos retoques a su ‘Gavilán o Paloma’. Aunque suene menos folletinesco, pondría al gavilán su nombre astur, ferre, y cantaría la dispar actitud de populares gijoneses y socialistas ovetenses con un pegadizo ‘Ferresa o Paloma’. La ferresa quier ser alcaldesa, o arrimarse lo más posible al cargo; si lo lleva a efecto, tendrá enfrente al grueso de la ciudad de Gijón, con la que su sintonía personal roza el esperpento. Simplemente no existe. Pero, ¿acaso le importa?

Un último apunte. El responsable último de todo este desaguisado popular local y regional es un gallego con barbas que no dice esta boca es mía. Sigue así Mariano y en 2012 perderás los tradicionales cuatro diputados del PP en Asturias; los cuatro. Con esos silencios, con esa dejación de responsabilidad el mensaje a esta orgullosa tierra es claro: le importa cuatro pepinos (ojo con las matemáticas, que Rubalcaba irá recortando y la mayoría absoluta puede esfumarse). Si deja en sus puestos a Ovidio/Goñi/Aréstegui/Gabino/Pilar… cavará una fosa tan profunda en el PP que sólo nos quedará la confortable tarea de echarle tierra encima. ¡Vaya fiestón!