Tomates y lechugas | Campo y playu - Blogs elcomercio.es >

Blogs

Adrián Ausín

Campo y playu

Tomates y lechugas

La huerta lleva un mes produciendo lechugas. Te levantas de la mesa, vas, cortas una y la preparas. ¿Cabe más frescura? Son buena gente estas lechugas. Te cuesta el plantón unos 12 céntimos, la colocas curiosina y ya está. Con poco riego (este verano, simplemente con lluvia del cielo) va creciendo lenta pero segura y a los 40 días, ahí está, esperando que llegues con la tijera, para darle alegría a tu paladar. Primero planté 32. Luego 20 más y la semana pasada, otras 20. Así comeré lechugas frescas todo el verano, aunque la mayor parte de los días creas que es octubre. ¡Viva las lechugas!

Los tomates son otro cantar. Más delicadinos ellos que una cantante de ópera. Ahora mismo estoy mirando por la ventana, en Gijón, y pienso: Debería ir a Arroes a cubrir los tomates con un plástico; se van a estropear. Mucha lluvia seguida moja la planta y acaba por meterle a los tomates en el tuétano una enfermedad llamada botritis. Crecen gordos, verdes, hermosos y cuando llega el momento de enrojecer les sale una mancha negra en un rincón que va creciendo, como un cáncer, por todo el fruto. En mis ocho años de experiencia de hombre de huerta ya he sufrido más de una y más de dos botritis. Ya vi cómo veinte plantas de tomate con cinco floraciones cada una, con entre cinco y ocho tomates cada una de las floraciones se venían todas abajo por la botritis. Yo mismo creía tener botritis en esos duros momentos en que debía arrancar las plantas y tirarlo todo al fuego. Luego está el mildiu, otra enfermedad que viene con las neblinas de junio. Todo ello se previene con varias fumigaciones de cobre. Este año les di tres y no sé si serán suficientes para este cruel final de julio. Ver veremos.

A las lechugas basta con ponerles unos pocos ‘molusquicidas’ para evitar que se las zampen las babosas. A los tomates, en cambio, hay que atarlos a un palo, darles cobre, quitarles los chupones y casi diría que rezarles para que no se malogren. Estos chiquillos malcriados dan demasiada guerra, pero yo no renuncio a conseguir una pequeña cosecha de tomate made in Arroes. Si el cielo lo permite, claro. Entre unos y otros, ahí están los calabacines dando obuses sin parar y los pimientos, más lentos que un caracol, pero casi todos ellos adornados ya con ‘pendientes’ verdes. Y en una esquina, un ramillete de perejil, la alegría de la huerta.

Temas

Huerta

Gijón y otras hierbas

Sobre el autor

Adrián Ausín (Gijón, 1967) es periodista. Trabaja en el diario EL COMERCIO desde 1995. Antes, se inició en la profesión en Bilbao, Sevilla y Granada. En 2019 escribió para el Ateneo Jovellanos el catálogo 'Gijón Escultural'. Luego publicó la novela por entregas 'Cilurnigutatis Boulevard' en Amazon (2021). De la comedia pasó a la tragedia, sin anestesia, en la distopía 'El buen salvaje' (2022), donde denuncia los peligros para el hombre del abuso de las nuevas tecnologías. 'García' (2023) se pasa al costumbrismo con todos los ingredientes de la novela clásica, ambientada en el Gijón de 1979.


julio 2011
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031