Un mes escondido en el monte tiene que imponer una dieta austera, aunque lejos de pasar hambre. En septiembre hay avellanas, nueces, castañas, manzanas, peras, toda la caza que se quiera y huertas donde hincar el diente. De todo ello ha debido de vivir Tomás en este tiempo. Sin embargo, el frío está a la vuelta de la esquina y el hombre más buscado de Tineo desde que apareciera muerto su hermano con un golpe en la cabeza junto a su cabaña ha decidido aprovisionarse. Lejos de asustarse por el espectacular despliegue de la Guardia Civil en un primer momento, Tomás bajó del monte de noche para abrirle la puerta del establo a su ganado y volvió a desaparecer. La Benemérita decidió cambiar de estrategia, desmontó el campamento y dejó agentes camuflados, además, dicen, de cámaras de videovigilancia. La última noticia fue que lo habían avistado, lo que desmontaba la tesis del suicidio. Sin embargo, no habían podido detenerlo.

Ahora Tomás se ha ido de compras. El pasado viernes por la tarde, bajó a La Espina (Salas), a 5 kilómetros de La Llaneza, la aldea donde vivía, y ni corto ni perezoso entró al Coviran. Quesos, embutidos, latas… Hasta cien euros se gastó el prófugo, pagó con billetes de 50 y se fue. ¿Qué pinta tendría? Intuyo que no muy buena, tras un mes durmiendo sabe dios dónde. ¿A qué olería? No demasiado bien, aunque quizás se diese un baño de río antes de presentarse en sociedad. La barba al menos no se la había afeitado. ¿Y la ropa?  Lo más gordo de todo es que Tomás no volvió a ocultarse tras salir del super. ¡Cogió un taxi! Claro, la compra pesaba y no era plan. El taxista, muy sagaz, lo reconoció y, además de hacer tan singular servicio, grabó con su móvil al exciudadano Tomás, que ya está de nuevo monte arriba con la despensa llena.

¿Qué cara se le habrá puesto a la Guardia Civil? No muy buena, supongo. El renacido maqui Tomás podría decirse que hace vida normal en sus propias narices. Saca al ganado a pastar, compra en el Coviran y ¡coge taxis! Sugiero, de aquí en adelante, que supervisen la entrada al Campoamor cuando haya ópera o incluso rebobinen las mejores jugadas del Sporting-Barça. Igual sale detrás de Víctor Valdés pidiendo penalti. Tomás, eres un crack.