De cómo se gestó 'Quiero tocarte el timbre'
Todo comenzó el día de la boda de Edgar Plans, hace un par de años. Desde San Pedro hasta el Hotel NH, donde se celebraría el banquete, Xico, David y otros colegas del pintor gijonés recibieron la fuente de inspiración por un concurrido paseo del Muro, donde la sidra acumulada antes de la misa se transformó, como por arte de magia, en unos arpegios musicales que con el devenir del tiempo acabarían por conformar la letra y la música de ‘Quiero tocarte el timbre’, el hit de chigre asturiano abocado a erigirse en la gran estrella musical del año 2013. Iban nuestros ilustres gijoneses en su recorrido nupcial, bien vestiducus y bien cargaducus, cuando estalló la inspiración. ‘Quiero tocarte el timbre / quiero tocarte el timbre / hacerte la cama / barrer la cocina…’ alumbró en sus mentes y en sus gargantas como una fuerza de la naturaleza indomable a la que debían someterse como mera correa de transmisión entre lo infinito y lo finito, entre lo divino y lo humano, entre el universo y el verso.
Desde San Pedro hasta el puente del Piles, bajo la dirección musical de Xico, con la inestimable aporación de David, ‘Quiero tocarte el timbre’ tomó forma en esti Gijón del alma, llegando a sonar ya a mitad del paseo acompañada incluso por los teclados que una rumana pedidora dejó utilizar a nuestros jóvenes talentos para deleite de los transeúntes. Luego, una vez en la terraza del NH, ‘Quiero tocarte el timbre’ sería cantada ya casi de tirón en una sana competencia con la boda que se celebraba en la terraza vecina del Abba Playa. Y el hit asturiano quedaría ya incorporado para siempre al repertorio musical de Xico, David, Jandro y Juani, los cuatro tenores que, dos años después, la pasada Nochebuena, atronarían con ‘Quiero tocarte el timbre’ al sidreru de El Tendido, en El Bibio, donde grabarían con su consentimiento y participación la versión más completa que jamás se haya escuchado de este temazo. “Si al final sacáis perres con esto, venir a gastarlas aquí”, les dijo el camarero a nuestros maestros cantores, intuyendo que acaba de ser testigo excepcional de algo muy grande, cuando abandonaron la sidrería mediada la tarde del lunes.
Esa es, señores y señoras del jurado, la verdadera historia de ‘Quiero tocarte el timbre’, la verdadera historia de cómo se gestó esta canción única que marcará un antes y un después en el panorama musical gijonés así como en las vidas de sus paridores. No tengo más que decir. Acaso brindar por su talento y, qué duda cabe, tocarles el timbre una vez más.