Hubo un tiempo en que Canal+ era dios. Aquel tiempo en el que sus partidos televisados eran todo un acontecimiento con su despliegue de cámaras en los estadios y sus reportajes previos de las ciudades y de las expectativas del público antes de inicarse el partido. En aquel reinado de la televisión de pago, llegó a El Molinón a jugar el Real Madrid de Robert Prosinecki, aquel fichaje estrella de 500 millones de pesetas de entonces que, después de crear una grandísima expectación, no estaba rindiendo como se esperaba. Así que los reporteros de Canal+, sin saber muy bien dónde se metían, se apostaron en los alrededores del estadio gijonés para interrogar a los aficionados sobre el temible Madrid y su estrella croata.
Así se produjo la siguiente situación. Cebolla en mano, el reportero pregunta a un aficionado local totalmente ajeno al berenjenal en el que se está metiendo él solito instantes antes del partido: ¿Qué le parece el Real Madrid de Robert Prosinecki? El gijonés, un playu de tomo y lomo, le mira con descaro, pone cara de ir a decir algo verdaderamente importante y espeta: “El Pichoneki esi nun val pa na”. El reportero se queda de un aire, sale huyendo de la encerrona y busca un espectador más convencional. Cree dar con él: mediana edad, sexo masculino, abrigo. Hola, aquí en directo para Canal+, ¿qué le parece el Madrid de Prosinecki al que se mide hoy el Sporting? El hombre le mira curioso, durante unos instantes no dice nada, pero de repente afina la vista, mira con intensidad al entrevistador y le repregunta en riguroso directo para toda España: “Espera un momento, ¿tú no yes fíu de Tina la Tarabica?”. El reportero no sabe si decir que sí, que no, salir huyedo del Molinón o gritar ¡corten!
Desconozco si Canal+ sigue haciendo esos ‘exteriores’ previos a los partidos. Pero a buen seguro aquella previa de El Molinón, a comienzos de los años 90, dejó honda huella en aquel sufrido currito que no sabía ya a quién preguntar que no le soltase un latinajo de Cimavilla para bajar del limbo al Real Madrid. Asín somos por esta tierra. Bien que nos pese.