Bichos | Campo y playu - Blogs elcomercio.es >

Blogs

Adrián Ausín

Campo y playu

Bichos

Soy un asesino.varias direcciones y atacarlas de forma instantánea, a mano, dando muerte una por una a gran velocidad. Y contándolas. La historia se repite. Llegan, franquean la puerta principal por debajo e inician la construcción de galerías en el zócalo de madera. Cuando la masacre parecía llegada a su fin, tras un centenar largo de víctimas, decides mover un arcón y te encuentras un segundo regimiento. ¡A por ellas! Los dedos vuelven a hacer de martillos convirtiendo a cada ejemplar en una pelotilla negra inerte. Finalizada la contienda, un producto de limpieza con olor a limón extendido por el borde del zócalo provoca la salida de sus cuarteles del contingente final. La última legión de hormigas a la desesperada pasada a dedo eleva la cifra final a unas 300 víctimas.

Si te pilla la Plataforma en Defensa de la Dignidad de la Hormiga Ibérica eres hombre muerto. En este siglo XXI en el que no se puede talar un álamo podre sin que se arme la de dios, tu acción puede llevarte directamente al calabozo o cuando menos a una lapidación pública. Puestos a confesar, has de reconocer también acciones indiscriminadas contra los topos, mediante dos artilugios que los atrapan en sus galerías, así como contra los ratones de campo, solo cuando se adentran en tus habitáculos sidreros, pues dejarlos supone una amplia siembra de insalubres cagadas. Esas son tus tres tipos de víctimas en tu cuadrilátero verde. El resto de aves, mamíferos e insectos tienen carta blanca. Como lagartijas salamandras, ambas especialmente simpáticas. Incluso, tras cargarte tres, has decidido dejar plena libertad a la serpiente de collar, natrix natrix, pues ya la tienes identificada y sabes que hace una gran función de limpieza en la naturaleza, por ejemplo, teniendo a raya a los roedores. Cuando las atacaste no tenías claro si eran venenosas y tiraste por la calle del medio con certeros fesoriazos. Ahora acabas de expedirles el permiso de residencia.

 

Las lagartijas campan a sus anchas por el prau. Las ves en todas partes  y en ocasiones las rescatas de algún cubo de donde no saben salir o del fregadero. Las salamandras están siempre escondidas. Debajo de un tronco, de un tablón, semienterradas. No parecen tener mayor vida que la de dormitar. Sin embargo, según lees en internet, como es lógico, deben preocuparse de comer pequeños insectos. Al levantar uno de los troncos que rodea una hoguera descubres juntas a una lagartija y una salamandra, lo nunca visto. Has hecho un fuego intenso y no se han ido de ahí, lo que lleva a concluir que resisten bien el calor. Cuando las destapas se quedan inmóviles, cortando de cuajo la conversación, como quien espera una solución externa que no está en su mano. Y así es. Las tapas enseguida para no incomodarlas. Tranquilas chicas. No se lo diré a Varuzakis. Ambas son alimento del cuervo. Y estos días Varuzakis y sus boys merodean mucho el prau. Acercas entonces el oído al tronco hasta que se reanuda la tertulia en su interior. “Ay fía, qué susto. Creí que no lo contábamos”. “Dígotelo yo. No puedes estar tranquila en ninguna parte”. “El mongol esi anda revolviéndolo todo”. “Tenemos que dai un escarmiento un día”…. Los bichos te dan mucha vidilla, arañas incluidas (pues además de patas también tienen su pequeño corazoncito). Ellos forman la comunidad de vecinos de San Miguel de Arroes, donde el único intruso eres tú mismo.

Temas

Gijón y otras hierbas

Sobre el autor

Adrián Ausín (Gijón, 1967) es periodista. Trabaja en el diario EL COMERCIO desde 1995. Antes, se inició en la profesión en Bilbao, Sevilla y Granada. En 2019 escribió para el Ateneo Jovellanos el catálogo 'Gijón Escultural'. Luego publicó la novela por entregas 'Cilurnigutatis Boulevard' en Amazon (2021). De la comedia pasó a la tragedia, sin anestesia, en la distopía 'El buen salvaje' (2022), donde denuncia los peligros para el hombre del abuso de las nuevas tecnologías. 'García' (2023) se pasa al costumbrismo con todos los ingredientes de la novela clásica, ambientada en el Gijón de 1979.


junio 2015
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930