Solo dejar constancia que el señor Acisclo, gijonés de pro, cumplió su promesa y el fin de semana dicho llegó al cementerio de Sad Hill y obró como solo podía hacerlo: invadiendo el espacio escénico del cementerio circular burgalés, corriendo enloquecido y gritando, en su calidad de ‘feo’ de la película, a su socio por accidente en la búsqueda del tesoro, el ‘bueno’ de Clint Eastwood, al cual durante la película ‘El bueno, el feo y el malo’ llamó siempre ‘Rubio’. Así fue como Acisclo corrió como el feo y gritó “¡¡¡¡¡¡Rubioooooo!!!!”. Dejamos constancia de alguna imagen y del vídeo en el que va camino de conocer su propia tumba.