Directos a la Primera Federación. Directos al descenso. Directos al MAR, con mayúsculas. Así estamos. Así está el Sporting desde que se sumió, de forma repentina, en el INVIERNO ORLEGUI, ese que empezó con el fichaje de Bruno y la marcha de Grajera. Y continuó con la llegada de Geraldino, De Amores y Marsá. El último tiene clase (le falta corpulencia) pero se irá en junio y eso no es un ‘proceso’ razonable. La guinda del invierno Orlegui fue el relevo de Abelardo. Una victoria en doce partidos la avaló. Pero, ¿para traer a quién? A un grandísimo inexperto, a un novato, a un ‘sí bwana’ que más parece sacado de la plantilla de monitores de un campamento católico adolescente que del fútbol profesional.
Vimos todos una negra nube con el fichaje de MAR, del señor Ramírez, y solo el espejismo de dos afortunadas victorias por la mínima permite a día de hoy que no estemos ya en descenso. Está a seis puntos. Pero la Ponferradina o incluso el Málaga pueden despertar en cualquier instante mientras el Sporting parece sumirse de forma progresiva en las tinieblas de la inconsistencia.
Hay plantilla. Hay equipo. Hay mimbres más que suficientes. Lo que no hay es un director de orquesta. Con la misma plantilla un equipo puede quedar 5º o 15º o incluso bajar. Y en esas estamos. Que sigan durmiendo los ORLEGUIS en el limbo de su megafichaje y el próximo año tendremos al Sporting iniciando su ‘año cero’ en esa categoría a la que jamás descendió en su larga historia, que se remonta a 1905.
LA SOLUCIÓN, EL CEARES
Si persisten en su error, si los dueños del Sporting insisten en el señor Ramírez, al aficionado siempre le quedará una solución que dejaría su millonaria inversión en papel mojado. Es dura, pero acaso sea una vía: abonarnos todos el año que viene al Ceares y empezar una nueva historia desde ahí. El Molinón y Mareo son de la ciudad; no de Orlegui. Borrón y cuenta nueva. Un equipo de los socios y una dirección deportiva profesional. Ahí queda eso. Que no jueguen con nosotros, porque si nos vamos en bloque el equipo se queda en nada.