Ahora que vivimos inmersos en las series, debemos tener mucho cuidado con el material elegido. ¡Atención! Un título desacertado y podemos cavar nuestra propia fosa. El hombre, el home, el paisanu de toda la vida, el rudo machoman peludo ajeno a melindrosidades y depilaciones está en serio peligro. Un engañoso producto llamado ‘Outlander’ puede acabar definitivamente con lo poco que queda de nosotros. Bajo una atrayente capa de historia de época, de la rudeza de la Escocia del siglo XVIII, de castillos, espadas y brujas, se oculta el hombre perfecto. Ojo, el hombre perfecto a ojos de la mujer, de la escritora en concreto, que nos pinta un especimen totalmente irreal, inexistente y en absoluto creíble: Jamie.
Este Julen Guerrero del siglo XXI trasvasado a 1745 presenta las siguientes características: pelirrojucu, ñocla, rudo guerrero depilau, tierno amante y tan tan tan comprensivo con su amada, venida del futuro, que la cosa acaba por chirriar tanto que mientras la muyer sigue por la tercera temporada embelesada el home corta por lo sano al empezar al segunda (demasiado lejos ha llegado). ¡Esto es intolerable! ¡Haga el favor autora! ¡Cómo se le ve que soñó despierta cuando escribía hasta dejar un pastelón infumable! La prota le dice un día que viene de 1945 y él la cree y la comprende. Ella le dice que a las mujeres no se les dan azotainas y él, un murlaco de las Highlands, le pide perdón y promete que nunca más le dará con la zapatilla. Ella le prohíbe matar a su enemigo total (al ser ascendiente de su futuro marido, toma ya) y él la comprende y no lo mata. Etc. Etc. Etc. Después de abandonar el culebrón, habrá un más difícil todavía. Ella le dice al ñoclón que está preñá y él le dice que ya lo sabía. ¡Le lleva las cuentas de la regla! Jajajajajaja.
Señores guionistas, por favor, un poco de seriedad. Uno viene de ver ‘Vikingos’ y pasárselo bomba con Radnard y su tropa; de ver ‘The Crown’ y admirar una serie excelente con espectaculares actores, guiones, interiores y exteriores; y de sumergirse en las tinieblas de ‘The Fall’ (‘La caza’) con el terrorífico asesino en serie Spectorrrr; para caer de golpe y porrazo en los abismos de este subproducto que amenaza con poner el punto y final a la raza humana. Solo falta que nuestro Jamie viaje de las Highlands de 1745 al futuro y se nos presente con el pantalonucu prieto y el tobillo al aire bien depilau, unos piercings de futbolista, las sienes rapadas y colonia cara.
Hombres del mundo, no os dejéis engatusar por la parienta; no caigáis en las garras de ‘Outlander’ porque empezarán a miraros con lupa. “Pues Jamie esto…”, “Pues Jamie lo otro…”. Mucho cuidado. Esta serie es un material altamente inflamable que convierte a un guerrero escocés del XVIII en una marioneta hortera en manos de su amada. Protejamos nuestras esencias y hagamos el más absoluto vacío a este ñoclón que amenaza la civilización occidental tal como era hasta hace cuatro días. ¡Fuera panolis! Algarrobos del mundo, no vos dejar impresionar por dos espadazos y un castillo de época. En ‘Outlander’ se oculta la condena eterna. El exterminio del macho.
Si Saza levantara la cabeza…