Resulta irónico que quien se supone que tiene la defensa del ciudadano por causa le haga ocultaciones e intente arañarle cobros abusivos. La Unión de Consumidores (UCE) anuncia a través de la prensa que gestionará el cobro de la plusvalía a todos aquellos pininos que la pagamos al comprar casa entre 1997 y 2007, cuando en realidad es una obligación del constructor. Anuncia esto y nada más. Miro mis papeles, veo un cobro de 120 euros por plusvalía; poco, pero bueno: algo. Así que llamo a la UCE y me dan cita para el lunes. Trae fotocopia del contrato y del recibo de haber pagado la plusvalía, me dicen. ¿Algo más? Nada más.
Voy a la UCE a Cimadevilla tras pequeño madrugón para mis costumbres. ¿Y qué me piden? Pues 99 euros por gestionar eso que anunciaron en los periódicos de forma intencionadamente incompleta. Yo a esto lo llamo tener el enemigo en casa. El que representa al consumidor ‘sangra’ al consumidor para atenderle. 68 euros de cuota anual obligada para atenderte (excesivo) y 31 euros adicionales por atenderte en el caso de la plusvalía (también excesivo). Pagar 99 euros para cobrar 120 no me parece negocio que me levante de la cama a las ocho un lunes de descanso.
Entro en la web de la UCE y no veo por ninguna parte su cuota de socio. Todo son servicios; todo ofertas; ninguna obligación. Los 68 euros no figuran por ninguna parte. Siempre me gustaron las cosas de cara; ahorrarle tiempo a la gente y no molestar a nadie. Darse importancia en la prensa para luego hacerle perder el tiempo a muchos gijoneses no parece limpio. Ya sé que a algunos les interesará el rejón si pueden cobrar cuatro veces más. Pero su actitud es torticera. Háganselo mirar.