El campu blancu, con rocío, la Virgen de Huelva. Decía Jung que las casualidades no existen; él las llamaba ‘coincidencias significativas’.
Cuando era yo pequeñu pensaba que al fútbol solo jugábamos en la mi calle, hasta que un día vi a unos en la playa que también sabíen y pensé: «¡Ingleses!». Ingleses… La calle era mi mundo; decíamos: «¡Yes mundial!» El tiempo pasa. Ahora, los grises son azules.
El Huelva pasa por ser el equipo más antiguo de España (título que no podrán comprar ni el Madrid ni el Barcelona ni el Manchester) al empezar allí a jugar al fútbol los trabajadores ingleses de las minas de Río Tinto. Di tú que ya seríen los ingenieros, ¡home, va!
Aquí, en Gijón, parece ser que el fútbol lo trajeron los jesuitas; suerte o desgracia que no lu llevasen cuando los echaron en el 31.
Hoy voy al campu con Jorge, empleado, cajero, barman del Dindurra desde 1981. El Dindurra era de la quinta del Recre y de la del Sporting, pero no lu trajeron ni los ingleses ni los jesuitas, ni lu llevaron estos cuando los echaron en el 31. Esta navidad, entre las luces de Begoña, el Dindurra estaba a oscures,
Jorge se apellida Escandón: «El capitán Escandón usa canana de plata. Se la ganó a los franceses en el puente de La Espasa». Jorge lleva en Gijón desde los ocho años. Su padre jugó en la Piloñesa de portero y quiso ficharlo el Valladolid, pero no pudo ser: había que estudiar.
-Me presta, me presta venir.
Jorge no quiere hablar del Dindurra. La afición empieza a cantar.
-Jorge, ¿el Dindurra tenía himno?
-No, no.
-Luego, entre coñón y melancólicu, añade:
-El Dindurra tenía sonidos, de platos, tazas…
Anoto una pancarta: «COLLOTO NO SE CIERRA»
-Jorge, ¿y cocacola?
-¡En abundancia!
Hoy el partido es una aburrición. No hay clase, no hay extremos… Una parte de la afición expresa su pensamiento: «¡Échale huevos, Sporting, échale huevos!…» Como el escudo de Chile: «Por la razón o la fuerza». ¿Dará lo mismo?
-Hay cosas que solo se ven en el campo. En la televisión no es igual. Lo digo de los lances del juego.
Digo sí mientras apunto otra pancarta: «DONA MÉDULA. DONA VIDA. 900 323 334»
-Se sufre en el Molinón.
No hay tensión. En la crónica, tampoco. Los cambios.
-Oye, Jorge, ¿igual que se cambien los jugadores, sal uno, entra otru, no se podrían cambiar los entrenadores? ¿Sacar a Miera o a Del Bosque? ¿Eh, eh?
-¡Ah, sí! Es una buena idea.
Mientras cambiamos la estructura del fútbol, el partido, ajeno a nosotros, va terminando. Algunos aficionados desfilan antes de que se acabe.
– El desfile de la victoria -diz uno de atrás.
Me pregunto si abrirán por la tarde.
Jorge, un abrazu.