Redacción de un acta
El Rey abdica; el Sporting, no
En bici por el Muro –el carril rojo, les rayes blanques–, voy canturriando: ‘Real Sporting, equipo famoso…’.
Hace sol. El sol es inclemente; los árbitros, también:
–Yo pito lo que veo –dice Nicolás.
Nicolás es árbitro de Tercera y linier en Segunda B. A Nicolás lo conozco desde niño; entonces no pitaba:
–Lo de ser árbitro vino después. No hay niños que quieran ser árbitros; los niños quieren ser futbolistas.
A Nicolás, el valor se le supone:
–Nico, ¿hay que ser valiente?
–Sí, en ocasiones sí. Estás solo… Pero el trato con los jugadores
suele ser bueno.
–¿Te gustaría subir?
–Sí, a Segunda B.
–¿Es difícil?
–Sí, y hay mucha gente. Pruebas físicas, inglés, reglamento, redacción de actas…
–¡Joder! ¡Ni Jovellanos!
Nicolás es una autoridad. Qué coses; tú vas al Molinón, insultes al árbitro, y no pasa nada; pero vas a Cabueñes, insultes al médicu –que ye tanta autoridad como tú, o menos, según cómo te trate–, y te emplumen.
La autoridad. Mandar ye malo. Cuando yo fumaba, poníenlo les cajetilles: ‘Las autoridades perjudican seriamente la salud’.
Nicolás come pipas:
–En los partidos siempre como pipas.
–¿Arbitrando también?
–¡No, hombre, arbitrando no!
Salen los jugadores y los árbitros, y se saludan.
–Eso es bueno. En Alemania (Nicolás hizo un erasmus allí y arbitró algún partido) es obligatorio en todas las categorías.
Saca el Tenerife.
–Es obligatorio sacar hacia delante.
–No lo sabía.
A los dos minutos, ¡gol del Sporting!
–Oye, ¿falta mucho?
Al cuartu de hora, dos cero; a las siete, ¡tres cero! Poco después (¿o fue antes?) al poste, ¡uyy!
En el segundo tiempo, la cosa cambia: el Sporting o está cansado o bajó el ritmo o les dos coses; el casu ye que nos aburrimos.
Nicolás juega con el niño de delante; echan pulsos. Luego, el niño le pide pipas, y, entre los dos, las acaban. El árbitro saca una tarjeta.
–Oye, yo nunca vi a un árbitro celebrar una expulsión, un órsai, un gol anulado; chuparse un dedo, dar un salto mortal, quitarse la camiseta…
–(Risas) Yo tampoco. No estaría bien.
–Otra cosa: ¿los pitos son de quiosco?
–No, son de tienda de deportes, ingleses, marca Fox (zorro). Suenan mucho; tienen que oírse en todo el campo.
Pita el árbitro: –¡Fiiii!
–¿Lo oíste?
–Sí, sí, oílo, oílo.
Bueno, esto se acaba; sobró un tiempo. Los jugadores se abrazan y despiden a los árbitros.
–Eso es bueno.
Suena el himno: ‘¡Sporting a la ducha, de ti esperamos más!’.
–Nico, redacta el acta.
–Tres cero. Sin incidencias.