>

Blogs

Miguel Mingotes

Coses míes

Al campo con Alfonso Roa

«Merecimos ganar». «Hay comunión entre la afición y el equipo»

Domingo, 31: mañana (hoy) llega septiembre (Bobby Darin, ‘Come september’). Cuando era estudiante, estos primeros días, como los domingos por la tarde y la tarde de Reyes, eran tristes porque se acercaba el colegio. Alfonso, que pasó de estudiante a profesor, tal vez siga teniendo esa sensación:

-Horrible. Esa angustia de niño no se te quita.

Me pregunto si sentirán lo mismo los futbolistas, el árbitro, el entrenador… La afición, no. La afición no es estudiante; es maestra de vocación: le gusta cuando llega septiembre y, sobre todo, le gustan las tardes de domingo.

Buen conversador, a Alfonso le gustan los libros y las películas. Noveno de once hermanos, todo un equipo, su primer destino como profesor fue Ponferrada; el último, el Instituto de Enseñanza Secundaria Número Uno de Gijón. Alfonso pone películas en clase y, como Juan de Mairena, aprueba a casi todo el mundo. Con los que no son sus alumnos es más severo, y más de uno tiene pendiente su asignatura.

Alfonso se va a jubilar; quedará libre en el mercado de invierno. Enhorabuena, míster.

Ajenos al partido, sus acontecimientos se suceden incorporándose a los nuestros. Así, a las ocho y cuarto marca el Sporting mientras hablamos del Charles Laughton de ‘Esta tierra es mi tierra’:

-Cómo sudaba, ¿eh?

-¡Buo!

-Oye, y qué bien trabaja en esa película Maureen O’Hara, ¿eh?

-Ya lo creo.

-Alfonso, parecemos mayores.

-Sí, ciertamente. Bueno, yo hace tres meses que soy abuelo.

-Enhorabuena, tío.

-Gracias. Fíjate, mi nieto, que se llama Pablo, ya tiene la camiseta del Sporting. Yo soy futbolero y, los miércoles, echo un partidín.

-¿De libre?

-No. De jovencillo jugaba de medio; ahora me gusta decir que juego de ‘medio estorbo’.

Alfonso habla, habla, habla:

-Oye, tú, en el cine, ¿yes de los que habla?

-¡Noo! (Risas)

-Hum. No te creo. (Más risas)

Alfonso cree que los futbolistas del Sporting -a los que siempre ve más pequeños y débiles que los otros- deberían ver antes de los partidos la escena de ‘El hombre que mató a Liberty Balance’ en la que John Wayne patea a uno de los malos:

-¡Le da un patadón…!

-Pero eso es violencia, Alfonso.

-Ya. No había caído. Bueno…, que no la vean.

Dos minutos después, el segundo gol del Sporting sí nos coge de lleno en el partido (a mí por lo menos):

-¡Alfonso, dos cero! ¡Solo falta que llueva!

-Sí. Oye, como te decía…

Un jugador lleva un golpe. Salen las asistencias. Alfonso me pregunta qué habrá sido del agua milagrosa. No lo sé, pero supongo que habrá caído en el descrédito.

-¡Alfonso, dos uno! ¡En propia puerta!

José Luis, que está detrás, añade:

-¡Vaya golazo!

Al salir nos despedimos. No lu llamen; no tiene móvil.

Por Miguel Mingotes

Sobre el autor


septiembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930