Oiga, ¿tien un minutu?
Mire: La mi hermana olvida mucho les llaves, mucho, muches veces. Tien esa cosa. A mí ponme de los nervios porque, a ver, olvidar les llaves un día pasái a cualquiera, pero así, a cada poco… Yo ya i lo dije: ‘Oye, eso tienes que miralo’, pero no solo no lo mira, sino que, además, si i lo dices, enfádase. Como decimos entre nosotros, ‘ye Mingota’, ¿no sabe?
El casu ye que el otru día salieron de casa y, uno por otru, o sea, ella y los mis sobrinos, olvidaron les llaves, les llaves y la perra –probe–, y como les que yo tengo de su casa también les teníen ellos y también les olvidaron, tuvieron que llamar a un cerrajeru, que, con una tarjeta, así: plis plas, abrióios la puerta y, sin antifaz, pidióios 200 euros (dos-cientos).
Si usted conoz a un delicuente, quiero decir, a otru que lo haga más barato, si haz el favor, llámeme, porque lo de la mi hermana no tien arreglu y, esto, va volver a pasái.
Era eso solo. Gracies. Un abrazu.