Tuve un amigu que un día pintó a San Juan de la Cruz escribiendo a la luz de una vela. A la luz de esa misma vela, escribí yo esto:
De noche,
puesta la luz,
bajó San Juan
de la Cruz.
Era pequeñu; el mi amigu no; San Juan de la Cruz. Santa Teresa lu llamaba ‘mi medio monje’. El otru medio era Dios.