Nombre: Antonio Barros Serín, “Chiqui” · Lugar de Nacimiento: Ferrol, 1970 · Profesión: Entrenador de baloncesto
Otoño desde el martes; si ganase, hoy sería el Sporting campeón de otoño. Campeón de otoño… Guapo, ¿eh?
Antonio Barros Senín, ‘Chiqui’, es autor de ‘Semillas’ (Edicións Embora, 10 euros), un librín que leí a pocos para que me durase más:
«Le gustaba el fútbol, especialmente el Sporting. Para todos los gijoneses su equipo es motivo de orgullo. Simboliza el espíritu del ‘fútbol playu’. Muchos de sus jugadores salían de la playa y de aquellos partidos que se organizaban en San Lorenzo cuando la bajamar permitía disputar pachangas que congregaban a gran cantidad de gente en el Muro (p. 39)».
Quedamos en la puerta, en donde coincidimos con Joaquín y Ablanedo:
-Chiqui: Joaquín y Ablanedo.
-Y Claudio, yo soy Claudio.
-Y Claudio.
-Encantado. Es un placer conoceros.
«Por fin llegaba la hora y el corazón se le disparaba cuando por el parque de Isabel la Católica, la mareona rojiblanca se hacía más y más grande. Siempre decía: ‘Somos muchos’. Era verdad. No había muchas aficiones como aquella (p. 59)».
-Chiqui, como dices en la página 59, «bienvenido al club».
-Muchas gracias. Para mí, estar aquí es el escenario del domingo completo.
«La entrada en El Molinón otro ritual. Luego, llegó la salida del equipo y empezó a sonar el himno que se sabía de memoria (p. 56)».
Antonio Barros es licenciado en derecho y diplomado en empresariales, pero lo suyo es ser entrenador de baloncesto: dirige al Bembibre, de la división de honor femenina (chiquibasquet@gmail.com).
-Suerte en eso, Chiqui.
-Gracias, amigo.
Pita el árbitro. El portero del Valladolid se persigna (!). El Fondo Norte grita. ¡Di-rec-tiva, di-mi-sión!
-Qué guapa ye la yerba, ¿eh?
-Sí; y cómo huele… El Molinón es un campo muy bonito.
Pasa una gaviota. Volando, como el tiempu.
-Está jugando bien el Sporting.
-Sí. Pasa en todos los deportes: los resultados te dan confianza.
Llueve. Los fotógrafos se mojan.
-Me gusta cuando llueve -dice.
¡Di-rec-tiva, di-mi-sión!
Descanso. La señora de delante, malhabladísima, abandona el asiento:
-¿No vuelve?
-¡Sí, a ver si ganamos!
-Hay que ganar -dice Chiqui-. En la rula no pregunten; apunten (esto no me lo entienden en Bembibre.).
Unos hombres con capucha arreglan el césped. La gente insiste en lo de directiva dimisión.
Sobre las seis y diez, seguimos a cero.
Vaya, pa qué hablaré: gol del Valladolid.
-Tampoco es justo -dice Chiqui, que acusa el gol pe.
El Valladolid domina, pero Abelardo hace cambios, y el Sporting cambia: córneres en el 30, 33, 34 y 38. En el 40, falta; a ver ahora. ¡Gol! ¡Ahora sí! ¡Además de Guerrero! ¡Qué bien!
El Sporting sigue atacando:
-Como dices no sé en qué página, «renunciamos a todo, menos a la victoria».
-¡Sí, señor!
-¡Ahh! Se acabó. Chiqui, ¿volveremos?
-¡Volveremos!