Casimiro Álvarez García (Gijón, 1925). Locutor de radio
ON AIR*
Como un padre atentu y cariñosu, el Sporting sienta hoy a Casimiro en el palco de autoridades, o sea, en les rodilles, y, los dos en uno, le pregunta:
-Casimiro, ¿veslo bien?
-Sí, sí, perfecto; llámome Casimiro, pero veo.
Casimiro sonríe.
Antes, para subir al palco, cogimos el ascensor:
-Casimiro, ¿tú crees que subiremos?
-Bueno, yo creo que sí, aunque no directamente; el últimu partido, la verdad, no me gustó nada.
Casimiro nació en Gijón en 1925, cuando en el Sporting jugaben Bango, Meana, Ramón Herrera… Él recuerda a Mijares, “luego, ya yo más de neñu, a Bachiller y Liz, y luego a Chano, a Molinucu, a Sánchez…”.
Casimiro nació en la plazuela de Jovellanos: ‘Tú eres la mejor canción, / aquella que, con sus notas, / hizo del Cielo, Gijón’, dice de ella en su recién publicado libro de poesía titulado ‘¿Poeta?’. “Poeta o soñador, lo mismo da”, dice también en ese libro, poeta o soñador…
-Casimiro, tú… ¿duermes bien?
-Pues sí, aunque me levanto tres o cuatro veces para ir a un lugar al que no puedes ir tú por mí. -Se ríe. Casimiro se ríe desde 1925.
Suena el himno. Casimiro canta “Real Sporting, equipo famoso…”. A la derecha, mudos, un consejero, un concejal, un ministrín; delante, el presidente; abajo…, abajo ye otra cosa…
Salen los jugadores; Casimiro se emociona un poco:
-¡Hombre, hombre!… –dice.
El presidente de las Peñas, Pepín Braña, viene a saludarle; se abrazan; los dos son poetas.
-Casimiro, ¿retransmitiste desde el Molinón alguna vez?
-Una vez solo, pero nada…, decir les alineaciones, el resultado…
Pasen unes palomes:
-Mira estes; entraron sin pagar.
Ocasión del Tenerife, ¡uy!
-Por que péu, como dicen los francaises –dice y se ríe.
A las siete menos cuarto, ¡gol!, ¡gol! Qué jugada de Carlos Castro, qué golazo…
-¡Muy bueno! –dice.
El palco no se levanta, no…
-Casimiro, no griten…
-Son más deportivos –dice, y se ríe, nos reímos, ¡gol, gol! –Oye, ¿quién fue?
-¿No dices que lo ves perfectamente?
-¿Eh?
-¡López, Isma López!
En el descanso hay una imagen: Casimiro, solu en el palco.
En el segundu tiempu, a los dieciocho minutos, otra vez jugadón y golazo:
-¿Ahora quién fue?
-¡Castro, Carlos Castro!
El Sporting domina. El tiempo pasa. Casimiro apenas habla: ¿qué pensará?
-El árbitro no está mal –dice. Y es verdad; deja jugar, templa los ánimos…: “Bernardo, sosiegue”. Es difícil ser árbitro…
El partido se acaba. Suena otra vez el himno; Casimiro canturrea por lo bajo:
-¡Tatatachín, tachín, tachín; tatachín, tachín, tachín…! Ye de Falo Moro, el de la Pola. Seguramente lo estará cantando desde el cielo…
En el ascensor sigue con el tatachín…
Afuera, un taxi le está esperando; el taxista probablemente lu conozca:
-¿A casa, Casimiro?
-A casa, amiguín, a casa.
*En el aire.
Hoy lunes, Casimiro irá al programa de radio de Miguel Escalada ‘Qué noche la de aquel día’ (Viva FM, 98.7 / 89.6). Empezarán a hablar a las diez y media; cuándo acabarán, ‘questo non si sa’.