A todas horas y en cualquier medio de comunicación oímos hablar de la crisis, de sus efectos, de sus causas, de cientos de datos económicos, de los sectores a los que más está afectando… Indudablemente es imposible sustraerse a todas estas noticias pues, de un modo u otro, afectan a muy diversos ámbitos de nuestra vida. Sin restar importancia a ninguno de ellos, hoy queremos dejar un pequeño apunte sobre uno en concreto: los animales domésticos.
Parece que también nuestras mascotas están sufriendo los efectos de la crisis pues, según leíamos en una noticia publicada esta semana en Gijón han aumentado un doscientos por ciento los abandonos y se han reducido un ciento cincuenta por ciento las adopciones. Cuando se reducen los ingresos o aumentan los gastos y se impone la norma de recortar costes, el mantenimiento de una mascota se hace imposible para muchas familias.
Ante esta situación, cabe preguntarse ¿realmente es tan caro mantener una mascota en una casa? Nuestra ley autonómica de protección de animales domésticos establece ciertas obligaciones al propietario en relación al cuidado de la mascota pero, simplificando el listado a los deberes que pueden tener contenido económico habitual, éstos consistirían básicamente en darle alimentación adecuada, agua y asistencia veterinaria que, si el animal se encuentra sano, consistirá en una visita periódica para vacunación y desparasitación. Además todos estos gastos se pueden tratar de reducir al mínimo sin que el perro o gato pierda lo que le da la mayor calidad de vida: la convivencia con la familia que ha decidido tenerlo. Por otro lado, el abandono se encuentra castigado en nuestro Código Penal y en nuestra legislación autonómica por lo que nunca debe ser una alternativa para solucionar el problema de que ya no pueda mantenerse al animal en casa.
Antes de adquirir,regalar o adoptar un animal hay que pensar muy bien que es un ser vivo, que conlleva obligaciones de cuidado establecidas por ley y que su vida se va a prolongar durante varios años en los que dichas obligaciones deben cumplirse.