El derecho es algo difícil de abarcar y comprender. Lo es incluso para un experto en la materia, pues continuamente hay que actualizarse con las modificaciones y novedades normativas y con la jurisprudencia. Por ello entendemos que para una persona que no esté familiarizada con el manejo de leyes, libros jurídicos y sentencias es una tarea especialmente complicada encontrar respuesta legal a sus problemas sin acudir a un experto. Aun así hay quienes lo intentan y algunos incluso lo consiguen. Tiene mucho mérito. Cada vez existen mas personas “aficionadas al derecho”, que compran y consultan libros, siguen con atención las secciones legales que algunos medios de comunicación ofrecen y buscan las leyes que tienen que ver con sus asuntos. Internet es otra fuente de conocimientos para estos autodidactas. Las fuentes son muchas, la dificultad añadida es, claro está, saber diferenciar las que son fiables de las que no lo son y, dado ese paso, tener el criterio suficiente para atinar con la norma adecuada y vigente y saber interpretarla, lo que implica tomar en cuenta el criterio jurisprudencial establecido, que no siempre coincide con lo que pudiera parecer obvio. ¿Estamos con esto diciendo que tanto da que da lo mismo molestarse? Por supuesto que no. Insistimos en que es muy buena esta actitud y que es de gran ayuda para estar atento a nuestros derechos y saber comprenderlos. Sin embargo, no es una tarea exenta de riesgos cuando se da el paso siguiente, que es actuar o tomar decisiones en cuestiones que tienen importancia. ¿Y por qué decimos esto? Porque lamentablemente encontramos algunos casos en los que una persona ya ha dado pasos legales con consecuencias que le perjudican al confiar en sus propios recursos de información y no ser consciente de que no son del todo correctos. Así pues, nuestro consejo es este: conseguir información sobre cualquier asunto que nos afecte es muy importante pues siempre nos ayudará a comprender el problema, pero para solucionarlo, si realmente nos preocupa el resultado y nos jugamos algo de importancia, es fundamental contar con la opinión de un experto al que podremos contar nuestro caso con todo lujo de detalles. Si finalmente confirma lo que ya sabíamos, quedaremos tranquilos. Si corrige nuestras conclusiones, aun estaremos a tiempo de no equivocarnos.