Los que se están planteando ser padres están muy pendientes de la anunciada modificación del permiso de paternidad. Por fin se ha aprobado en la ley 9/2009, de 6 de octubre. Hasta ahora el padre disfruta de dos días de permiso por nacimiento de hijo, más otros trece días de permiso de paternidad, ampliables en caso de parto múltiple dos días más por cada hijo a partir del segundo. Tras la reforma, la situación mejora considerablemente, pues tras los dos días de permiso por nacimiento de hijo, el permiso de paternidad pasa a ser de cuatro semanas ininterrumpidas, que siguen siendo ampliables, igual que antes, en caso de parto múltiple. Este permiso es independiente del disfrute compartido de los periodos de descanso por maternidad, es decir, no quita que el padre, previo acuerdo con la madre, pueda además disfrutar de una parte del permiso de maternidad. Otro dato a tener en cuenta es que el nuevo permiso de paternidad podrá disfrutarse en régimen de jornada completa o en régimen de jornada parcial de un mínimo del cincuenta por ciento, previo acuerdo con el empresario.
Y hasta aquí las buenas noticias. La mala es que esta reforma no entra en vigor hasta el día uno de enero de 2011, así que a los que ya están esperando a su bebe les va a saber a poco, por no decir que ninguna gracia va a hacerles que por poquito no les resulte aplicable una mejora tan esperada y necesaria.
Es un paso hacia adelante en la conciliación de la vida familiar y laboral y en el camino hacia la igualdad de padres y madres en el cuidado de sus hijos. Qué duda cabe que el papel del padre es y ha de ser imprescindible desde los primeros días. Establecer un vínculo requiere tiempo y dedicación y esto es incompatible con las largas jornadas laborales a las que estamos acostumbrados. Eso sí, ahora toca que los papás se pongan las pilas y dediquen su permiso de paternidad no a “ayudar” a la madre, sino a compartir y disfrutar como uno más la responsabilidad de criar a un nuevo miembro de la familia.