De estos últimos días nos ha llamado la atención una noticia que no queríamos dejar de comentar quizás porque siempre hemos defendido que las leyes de protección de animales domésticos se apliquen en toda su extensión, especialmente contra aquellas personas que las incumplen de una forma particularmente grave.
Un Juzgado de lo Penal de Oviedo ha condenado a tres hombres a la pena de un año de prisión para cada uno de ellos por matar a golpes a un perro de cuatro meses, de raza grifón, con el único motivo de vengarse de su dueño. Los hechos declarados probados por el Juzgador son, sin duda, escalofriantes: los acusados cogieron el cachorro, lo metieron en el maletero de un coche, lo llevaron hasta la vivienda de uno de ellos y comenzaron a golpearlo incluso con una maceta de plantas. El resultado final fue la muerte del animal con seis costillas fracturadas, laceración pulmonar grave, fractura del arco zigomático izquierdo y rama mandibular izquierda, fractura craneal extensa en zona temporomandibular, etcétera.
No incluímos todos estos datos con una simple intención morbosa sino con la idea de explicar la conclusión que llevó a la juez que conoció el caso a decir que se había cometido una acto de “cobardía y vileza”, aspectos ambos demostrados con “el comportamiento de quienes se aprovechan de un animal indefenso para dar rienda suelta a los bajos instintos de venganza”.
Nuestro Código Penal, tras una reforma llevada a cabo en el año 2003, considera delito el maltrato con ensañamiento y realizado de forma injustificada a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico. La pena que llevan aparejada estos hechos es la de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales. Desde la reforma del Código que introdujo este artículo hasta ahora son varias las sentencias que condenan por maltrato o abandono de animales, muchas de ellas por falta y no por delito, pero ésta es especialmente interesante porque pone en su cuantía máxima la pena atendiendo a las circunstancias de los hechos.
Esperamos que no sea la última que aplique con dureza las penas previstas para este tipo de casos.