El pasado veinticuatro de noviembre se publicó en el Boletín Oficial del Estado la reforma de la ley de seguridad vial. Es una reforma profunda que entrará en vigor a los seis meses de su publicación. Ya se ha iniciado la cuenta atrás que finalizará a finales de mayo del año 2010. Desde ahora hasta esa fecha todos los conductores debemos ponernos al día y conocer estar norma porque los cambios que introduce son muy importantes y afectan a numerosas cuestiones que no debemos olvidar al ponernos tras un volante.
El sistema de infracciones y sanciones, las actitudes que generan la pérdida de puntos, la forma de notificación de las denuncias, el propio procedimiento sancionador, las rebajas por pronto pago en las sanciones económicas, las fórmulas para recuperar puntos cuando se han perdido, los aparatos que podemos utilizar o no dentro del automóvil son tan sólo algunos de los aspectos que van a contar con nueva regulación a partir de la próxima primavera.
La reforma pretende ante todo, como todas las reformas de la leyes de tráfico, reducir el número de accidentes, mejorar con la experiencia acumulada durante estos últimos años, el sistema de pérdida de puntos y, sobre todo, simplificar las notificaciones y la imposición de sanciones a través de un procedimiento rápido y sencillo para remediar la pérdida de eficacia disuasoria que tienen las sanciones cuando tardan mucho tiempo en sentirse realmente en los bolsillos y en la cuenta personal de puntos de los que somos titulares.
Tampoco se olvida la reforma de las víctimas y se crea un registro estatal para recopilar los datos de éstas que sirva para analizar los accidentes y establecer las causas y, en consecuencia, las mejores fórmulas para evitar los mismos.
Los dos puntos esenciales en este sentido son la regulación completamente nueva de las infracciones en materia de velocidad y el endurecimiento en la consideración de los aparatos que puedan ocasionar despistes en el momento de conducir.
Desde luego las cosas no se ponen fáciles pero no debemos olvidar que, cuando conducimos, debemos hacerlo lo mejor posible y respetando siempre todas las normas porque lo que está en juego no es una sanción ni la pérdida de unos puntos sino nuestra propia vida.