Isabel tiene un local arrendado y los inquilinos se quieren marchar. Éstos hicieron obras en el local por lo que a la propietaria le preocupa que ahora quieran llevárselo todo, hasta los sanitarios y que además intenten destruir las paredes. Nos pregunta cómo tienen que dejar el local los arrendatarios.
Por tratarse de un arrendamiento de local, la solución será lo que las partes hayan pactado en el contrato sobre esta cuestión, por lo que es imprescindible su estudio.
En caso de que no se haya hecho constar nada en el contrato la ley establece que no se pueden llevar a cabo obras sin consentimiento del arrendador y, si se realizasen sin permiso, éste podrá exigir, al concluir el contrato, que el arrendatario reponga las cosas al estado anterior o conservar la modificación efectuada, sin que éste pueda reclamar indemnización alguna.
Ahora bien, si se autorizan las obras por escrito pero no se indica que las mismas debieran quedar en beneficio de la propiedad, puede devolverse el local tal y como se recibió.
Estudia el contrato para ver si existe alguna previsión sobre esta cuestión y, en cualquier caso, intenta ponerte en contacto con los arrendatarios para negociar la mejor solución para ambas partes.