Aunque todavía son muchos los accidentes con víctimas mortales es igualmente cierto que las cifras nos indican que en los últimos años se ha producido un descenso paulatino en el número de fallecidos en carretera. Sin embargo, aunque este descenso afecta a todo el tráfico en general, el análisis de las estadísticas nos indica dos aspectos llamativos. Por una parte, que más de la mitad de los siniestros con víctimas mortales se producen en el ámbito urbano y, por otra, que la progresiva disminución de accidentes es menor dentro de las ciudades que en las vías interurbanas.
Por este motivo, la Dirección General de Tráfico ha decidido poner en marcha planes de seguridad vial para aplicar en las zonas urbanas. Tras firmar un convenio con la federación española de municipios y provincias, el primer plan se ha puesto en marcha en la ciudad de Soria e irá ampliándose a otras diez ciudades en un primer momento. Entre esas ciudades se encuentra Gijón por lo que nos interesa conocer en qué va a afectar al tráfico de la ciudad el nuevo planteamiento que se aplicará en breve. Y nos interesa a todos, seamos conductores o peatones, puesto que las medidas a aplicar tienen entre, otros objetivos, la reducción del número de atropellos, especialmente entre las personas mayores y los niños.
El punto clave de estos planes de seguridad vial es la reducción de la velocidad máxima permitida en determinadas zonas del centro de las ciudades que pasará de los cincuenta kilómetros hora actuales a los treinta kilómetros hora. Una reducción sensible que pretende pacificar el tráfico en las calles de origen y destino y no en las de tránsito y que pondrá a prueba sin duda la paciencia, sobre todo, de quienes conducen. El control de los vehículos de distribución de mercancías, el intento de disminución de personas jóvenes como conductores implicados en accidentes, la mejora de la red vial, fomentar el transporte colectivo urbano, el control de las infracciones por los agentes… son también cuestiones que formarán parte de los objetivos y medidas de estos planes.
La idea central: conseguir reducir el número de accidentes dentro de las ciudades lo que supone también alcanzar otras metas tales como la disminución del ruido o de la contaminación y la utilización sostenibles de los medios de transporte.